Un brujo rockero llamado Javier Bátiz

domingo, 9 de octubre de 2016 · 09:48
El Patriarca del Rock Mexicano recibirá este domingo 9 en La Placita Olvera de Los Ángeles, California, durante la IX Feria de Los Moles, un homenaje por su larga trayectoria. El día 12 ofrecerá una clínica de guitarra para adolescentes en Cicero, Illinois. Luego tocará en el Festival de La Merced en la Ciudad de México, y grabará un CD con el no menos legendario baterista de jazz Tino Contreras. Desde su Tijuana natal habla desenfadadamente de su carrera, del rock actual a la baja –como el país mismo– y de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Desde su propia calle Javier Bátiz, en el centro de Tijuana, Baja California, donde nació un 3 de junio de 1944, el incansable Brujo Bátiz, Patriarca del Rock Mexicano, toma un respiro como maestro de guitarra para niños en el estudio de su casa –futuro museo que llevará su nombre–, y habla de las elecciones presidenciales del país del norte: “Si gana Donald Trump la presidencia de Estados Unidos, aquí en la frontera nos va a ir muy mal; pero nos va a ir muy mal a todo México y al universo entero.” Parafrasea la popular novela Los cuatro jinetes del Apocalípsis que Vicente Blasco Ibáñez publicó hace un siglo: “Porque si el Trump llega sería literalmente El último jinete del Apocalipsis que nos faltaba, viene a acabar con la humanidad, es otro Hitler, el personaje más nefasto a quien me he topado en mis 72 años de vida, un tipejo tenebroso que con el poder del dinero puede darle en la torre al mundo.” –¿Y Hillary Clinton? –Si gana la señora la presidencia, pues no va a suceder nada… “Desafortunadamente ella no tiene nada de fuerza, no creo que posea la capacidad de sobrellevar cuatro años al país más poderoso en el mundo. Es muy difícil que salga adelante como la veo, y te lo digo yo, un guitarrista pobre pero muy trabajador.” Jovial, Javier Bátiz habla telefónicamente a Proceso pocas horas antes de viajar con su esposa baterista, cantante y productora Claudia Madrid (Ciudad de México, 7 de julio de 1968) rumbo a Los Ángeles, California, donde el domingo 9 de octubre lo espera un homenaje por sus 59 años de carrera artística en La Placita Olvera, durante la IX Feria de los Moles: “Voy a que me den una proclama y a tocar, un honor que me llena de gusto; aunque por otro lado, me gustaría ponerles una cartita ahí diciéndoles ‘Muy agradecido, muy agradecido y muy agradecido por el diploma, pero… ¡mándenme dinero’.” Se carcajea. Sólo su humor negro lo ha sacado adelante “en un medio donde los músicos son tan mal pagados” y cuando “el rock mexicano está en decadencia”, amén de “una pequeña gran ayuda de mi compañera Claudia quien me aguanta desde hace un cuarto de siglo”, confiesa. “Yo orita en la casa tengo como doscientos diplomas que no he colgado, tengo fama de ser buen músico de blues y rock, pero no me alcanza el dinero para vivir y por eso abrí mi estudio acá donde doy clases. El año pasado me abrieron esta calle Javier Bátiz en la rampa con mi nombre, ¡pero me hubieran dado un control de acceso pa’ cobrar el paso!” Rock del Apocalipsis Célebre por ser quien enseñó a tocar la eléctrica a Carlos Santana, su nombre real es Javier Isaac Medina Núñez. Nació por la Calle 4, a cuadra y media del parque Teniente Guerrero, logrando hacer a un lado los cabarets de mujeres desnudas y dotar de blues y rock and roll a toda la Avenida Revolución. A finales de los sesenta fue la punta de lanza del movimiento de rock fronterizo en la capital, denominado La revolución del norte, a la par de bandas como Tequila o Dug Dugs. –¿Su casa donde enseñó a Santana a tocar será el Museo Javier Bátiz? –Sí, el Bátiz Preservation Hall. –¿Cuándo? –Cuando me muera –“¡no me estés apurando, cabrón!”, chacotea–, el museo me lo propuso el ayuntamiento de Tijuana aquí mero donde nací, pues mi casa es ícono de la ciudad, fue construida hace 90 años. Ahí estarán todos los recuerdos de músicos a quien yo formé o amigos que se hicieron conmigo: Santana, mi hermana la Baby Bátiz, José Agustín, Alex Lora, Micky Salas, Angélica María, Enrique Guzmán, los Rebeldes del Rock con Johnny y Abrahám Laboriel… Un friego. Creyente fervoroso, Bátiz fue el primero en ponerse una camiseta de la Virgen de Guadalupe en concierto. “La historia de la Virgen de Guadalupe y la vida de Jesús son hermosas. Si yo voy a tener un ídolo es Jesús, no Alejandro Jodorowsky que dice que hay que cogerse a las niñitas de 14, le hace al tarot y quiso leerles el ano a Los Beatles. Yo no necesito razones para creer en Dios, el divino misterio.” Traza un dejo de nostalgia: “Todos los que vivimos en Tijuana íbamos a San Diego como si fuera nuestra parte rica, las Lomas de Chapultepec o nuestro Polanco. Pero ahora ya sólo van los que tienen casas del otro lado que siguen siendo los riquillos, los hijos de los presidentes y los diputados. Para la gente normal es imposible cruzar y aparte de las tres horas que te tardas en pasar la frontera, una barra de pan hoy te cuesta 60 pesos cuando antes salía en 28. Es terrible y me da pena pues éramos vecinos, las casas de Tijuana y de San Isidro las hacían los mismos constructores. “Y aquí en Tijuana se nos ha venido la problemática, como en todo el país, y no es culpa de los políticos sino de la globalización, ha habido muchos cambios y aun así, México me sigue pareciendo un mejor país y con la mejor gente: si te das cuenta la situación de Estados Unidos es grave, en un tiempo les dio por matar a mexicanos e hispanos y por estos días se ha puesto de moda que los policías maten negros, mano…” –¿En qué más cambió la Cartolandia que era Tijuana cuando era niño? –Cartolandia no se ha ido, ¡pero del país entero!, porque en México tenemos cientos de miles de ciudades de cartón. Habemos quienes tenemos el privilegio de tener casas de cemento, agua y electricidad, pero hay cientos de miles que carecen de lo básico. –¿Qué ha pasado con el rock mexicano? –Ya no hay rocanroleros, hay gente que tocó rocanrol pero ahorita busca la machaca, o sea, andan tras la chuleta tocando puras gruperas o de banda, tipo Banda MS. Caifanes pegó con “La Negra Tomasa” y esa rola nada tiene que ver con el rocanrol. “Los artistas tenemos una responsabilidad de hacer conciencia hacia la gente para ayudarla. Pienso que son abominables aquellos que se engalanan de tener carros Rolls Royce (engola la voz), y dos aviones, y que tengo mansión aquí y otra acullá, están faltándole el respeto al público y el servicio a Dios. Porque el dinero lo debes de compartir, y si tienes fama debes de ser humilde y estar agradecido.” Concluye El Brujo Bátiz: “Esa es una de las razones de que el rock mexicano haya decaído, los artistas hoy están manejados por una bola de gandallas. Pocos han seguido el ejemplo de Vicente Fernández o de Juan Gabriel, quienes ayudaron a las personas y a los niños. Eso es lo que tenemos que dar, una vuelta de hoja, yo creo que pronto caerá un apocalipsis en la Tierra para renacimiento de la humanidad y no sé si lo voy a ver, pero ese grueso movimiento nos hará reflexionar, temer a Dios y rectificar hacia un nuevo orden mundial.” Después de su concierto homenaje en la IX Feria de Los Moles, el miércoles 12 ofrecerá una clínica de guitarra para adolescentes en Cicero, Illinois, presentándose luego en Punta Peñasco. Regresará a la Ciudad de México, sonando su lira en el Festival de La Merced. Además, Javier Bátiz graba en la capital un CD acompañado del también legendario baterista de jazz Tino Contreras, que editará la Secretaría de Cultura.

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