Policía Federal, protección y reparto entre amigos

miércoles, 16 de noviembre de 2016 · 21:31
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La llegada de Carlos Alfonso Tornero como el nuevo responsable de la División de Fuerzas Federales de la Policía Federal (PF) no es ninguna sorpresa. Tampoco, un cambio de fondo en el cuestionado cuerpo policial implicado en las matanzas de Tanhuato, Michoacán, y Nochixtlán, Oaxaca. Tornero es un viejo amigo del comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, el protegido del presidente Enrique Peña Nieto. Tornero y Castilla han coincidido en cargos policiales desde la década pasada, aunque ahora la superioridad se ha invertido. En San Luis Potosí, ambos estuvieron con el anterior comisionado general de la PF, Enrique Galindo. En 2010, Galindo era secretario de Seguridad Pública de ese estado, mientras el nuevo encargado de Fuerzas Federales coordinaba allí a la Policía Federal y Castilla era el jefe operativo. Después de un ataque a agentes estadunidenses, en febrero de 2011, Castilla salió de la corporación y se refugió en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) de la Procuraduría General de la República (PGR), mientras que Tornero se fue a trabajar como asesor del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien también contrató en labores de seguridad a su hermano, Mauricio Tornero. Castilla y Tornero han tenido una movilidad en la PF imposible de ocurrir en cualquier cuerpo con un verdadero servicio policial de carrera. Han llegado a los cargos más altos del principal cuerpo de policía civil en México en apenas unos años, a pesar de los periodos en que han tenido que dejar la corporación. En 2013, Peña Nieto regresó a Castilla a tareas operativas en la PF. Le dio la División de Seguridad Regional, cargo del que fue cesado por el primer titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) del actual gobierno, Manuel Mondragón y Kalb. Peña lo rescató y en agosto de 2014 lo hizo responsable de la División de Gendarmería. Castilla designó entonces a Tornero como su subordinado directo en el puesto de director general de la Gendarmería. Otros antecedentes los unen. En 2008, Tornero tuvo que renunciar como director de la Policía Municipal de Guanajuato, luego de que se revelara un video en el que elementos bajo su mando estaban siendo entrenados para torturar por capacitadores estadunidenses. Castilla, a su vez, estuvo implicado en la muerte de ocho civiles durante un fallido operativo de la Gendarmería y Fuerzas Federales en Nochixtán, el 19 de junio pasado. En ese momento el responsable de las Fuerzas Federales era Salvador Camacho. De origen militar, Camacho además forma parte de las indagatorias por la ejecución extrajudicial de 22 civiles en Tanhuato, Michoacán, en mayo de 2015. La CNDH investigó ese caso y luego de que emitiera una recomendación por la responsabilidad de la PF, su entonces comisionado general, Enrique Galindo, tuvo que dejar el cargo en manos de Castilla. La CNS evitó informar qué pasará con el exjefe de Fuerzas Federales, pero el propio Camacho aseguraba a sus cercanos que se quedaría en la corporación. ¿Para qué lo quiere cerca el comisionado Manelich Castilla? @jorgecarrascoa

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