Critica la CEM el gasolinazo y pide a autoridades 'reconsiderar seriamente” la medida

jueves, 5 de enero de 2017 · 14:17
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó este jueves a las autoridades civiles a “reconsiderar seriamente” el aumento al precio de los combustibles porque la medida, apuntó, afecta a todo el país, pero principalmente “a los más pobres”. En un comunicado difundido, el organismo que aglutina a los más de cien obispos del país, subraya: “Ante la disposición del aumento al precio de los combustibles, exhortamos a las autoridades civiles a reconsiderar seriamente –dado el contexto nacional y las variables internacionales– esta medida que afecta a todo nuestro país, especialmente a los más pobres”. Y agrega: “Hacemos un llamado a la autoridad, especialmente al Poder Ejecutivo y Legislativo, a mirar desde abajo y no solamente desde arriba. No es correcto imponer leyes sin tomar en cuenta la realidad y el sentir que vive la gente, sobre todo los más desamparados”. De acuerdo con el Episcopado, se requiere “ser sensibles a las necesidades cotidianas de la gente, y ser conscientes de las consecuencias de esta medida gubernamental”. Por otro lado, exhorta a los ciudadanos para que su comprensible malestar y descontento lo “encausen a través de medios pacíficos, creativos y respetuosos de la ley”, ya que “nunca la violencia, el vandalismo, el saqueo o la afectación a las vías de comunicación serán el camino”. Y resalta la urgencia de “construir lazos solidarios verdaderos que promuevan el diálogo, la confianza y la certidumbre entre nosotros. Evitemos la confrontación estéril y la anarquía, pues estas conductas no resuelven los grandes problemas del país”. Añade: “La violencia genera violencia, destrucción. No expongamos, no atentemos contra la integridad de ninguna persona, ni la paz social. Seamos sensibles con quienes están doblemente afectados: los que no pueden llegar a sus trabajos, hospitales, escuelas, o no pueden abrir sus comercios o están siendo saqueados”. Por último, sostiene que los “desafíos actuales” debemos verlos como una “oportunidad” para dejar atrás “la indiferencia, el egoísmo y la insensibilidad de unos con otros”, lo cual causa el “lastre de la corrupción, la impunidad, el abuso y la avaricia”.

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