CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Decenas de organizaciones de migrantes, de campesinos y de familiares de desaparecidos alertaron sobre la falta de política pública por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto ante las medidas “anti-México, anti-migrante y anti-mujer” de la administración del próximo mandatario de Estados Unidos Donald Trump, y llamaron a movilizaciones binacionales para el próximo viernes 20, día en que el magnate tomará posesión. En conferencia de prensa, representantes de las organizaciones firmantes de un pronunciamiento advirtieron que de materializarse las promesas de campaña de Trump, lo que se avecina en México es “una emergencia humanitaria enorme y una crisis económica severa, que agravaría la actual crisis de derechos humanos, aparte de que crecería la pobreza y colapsaría la infraestructura humanitaria en las fronteras”. A unos días de que Trump tome posesión, Laura Carlsen, del Programa de las Américas, sostuvo que “por sus acciones y declaraciones, la amenaza Trump será peor de lo imaginado, al convertir a México en chivo expiatorio de las fallas estructurales del modelo económico y político de Estados Unidos, generando un ambiente de riesgo para la población migrante”. Frente a lo que se viene, entre ellos el anuncio de expulsión de entre 2 y 3 millones de migrantes mexicanos y la cancelación de la inversión directa, anunció una concentración en el Ángel de la Independencia para manifestar la inconformidad contra Trump y la “incapacidad y falta de voluntad política del gobierno de México para enfrentar la embestida desde Estados Unidos”. Carlsen apuntó que un día después se tiene prevista la realización de una mega marcha en Washington, “con 370 marchas hermanas en todo el mundo entre ellas, 10 en México”. Marco Antonio Castillo, de la Asamblea Popular de Familias Migrantes, destacó que más de 40 millones de familias en México se verán afectadas por la política anti-migrante de Trump, y que miles de familias están “atemorizadas porque regresarán a un país con condiciones iguales o peores que cuando salieron de él, de proyectos extranjeros en sus territorios sin oportunidades para ellos, decepcionados con un gobierno que no ofrece protecciones para el retorno”. Castillo destacó que actualmente hay 500 mil migrantes detenidos en Estados Unidos, y que el presidente Barack Obama dejó operando “una estructura y un sistema para deportar a millones de personas y, lejos de ser alguien que vio a los migrantes como humanos, los puso en las peores circunstancias”. María García, de la Coalición Binacional contra Trump, reclamó la falta de presupuesto del gobierno de Peña para atender los posibles abusos contra los mexicanos en Estados Unidos, y destacó que a partir de la elección del republicano los migrantes viven “en una zozobra terrible”. Al insistir en que las medidas anunciadas para enfrentar probables abusos son insuficientes, María García aseguró que las agrupaciones hermanas en el país vecino están organizando un “día sin migrantes” para demostrar “la fuerza que tenemos en materia laboral y económica, somos los que más impuestos pagamos y los que más consumimos, pero somos los que menos beneficios recibimos del gobierno de Estados Unidos”. Juan Carlos Trujillo, de la Red de Enlaces Nacionales, alertó sobre el riesgo de “colapsar” aún más al país ante la inminente llegada de millones de mexicanos que radicaban en Estados Unidos, debido a que “como país no hay nada que ofrecer, sólo violencia y más desaparecidos”. Tras anunciar que el mismo viernes 20 la Brigada Nacional de Búsqueda acudirá a Sinaloa a rastrear restos de desaparecidos, Trujillo destacó que el incremento de violencia en México “es el resultado del trasiego de armas al país desde Estados Unidos, y de la guerra por abastecer el mercado de drogas al país vecino”. Guillermo Andrade, de la Nueva Constituyente Nacional, deploró el incremento de la violencia en México y la devastación ambiental en ambos países. Al señalar que con el nombramiento de Luis Videgaray como secretario de Relaciones Exteriores, Enrique Peña Nieto “manda un mensaje de subordinación” a Trump, Andrade alertó sobre el corte militarista del gobierno estadunidense, lo que impactará en nuestro país como “la continuación de la guerra contra el narcotráfico, por lo que se avizora un recrudecimiento de los desplazamientos forzados por la violencia”. También consideró que ante un escenario sin oportunidades económicas y “pueblos destruidos por la violencia o por las políticas del libre comercio, el narcotráfico es el que va a poder cooptar a la población que regrese sin posibilidades económicas”. Al señalar que Trump representa al sector más neoliberal de Estados Unidos, Andrade alertó sobre la devastación ecológica en aquel país y en México, en tanto que otras poblaciones vulnerables en el país del norte identificaron “180 grupos de neofascistas o fascistas de viejo cuño”. Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano, expresó su preocupación por que “el gobierno mexicano esté utilizando a los migrantes centroamericanos como moneda de cambio para tratar temas de la renegociación de los tratados comerciales”. Al indicar que cada día ingresan a México entre mil y 800 centroamericanos rumbo a Estados Unidos, Figueroa estimó que de los millones de migrantes que pretende deportar Trump, cerca de 70% intentará regresar y “engrosaría las filas de los que van rumbo al norte”. El defensor recordó que además de los centroamericanos hay “cubanos que también están buscando llegar a Estados Unidos y que están en este momento en Venezuela o Brasil, por lo que se vislumbra una crisis migratoria en la frontera norte, lo que podría servir al gobierno mexicano para presionar a Donald Trump, pero no para defender a sus migrantes, sino a sus tratados económicos”. Alfredo Acedo, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales (Unorca), señaló que ante la inminente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las organizaciones campesinas piden que “se lleven a cabo programas de subsidio espejo, es decir, que se apoye en México de la misma forma en que se hace en Estados Unidos”. Acedo recordó que la amenaza para el campo mexicano que representa el gobierno de Trump fue advertida por organizaciones campesinas en los años noventa, “cuando se vislumbra una pérdida de la soberanía alimentaria, que es un asunto de seguridad nacional, y ahora resulta que 40% de los productos alimenticios provienen del exterior”. Los representantes de las ONG convocantes llamaron a participar en las movilizaciones anunciadas para manifestar la inconformidad con el gobierno de Trump, y exigir al de Peña que tome las medidas necesarias para sortear la crisis humanitaria que se avecina.