CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Organizaciones sociales se manifestaron esta mañana frente a la residencia oficial de Los Pinos para exigir al presidente Enrique Peña Nieto que se baje el sueldo, en solidaridad con los ciudadanos por el gasolinazo. El grupo de inconformes, compuesto por aproximadamente 200 personas, la mayoría de la organización "Somos más", arribó a las inmediaciones de la estación del Metro Constituyentes, donde un contingente de granaderos federales obstruyó su avance hacia la residencia oficial. Alrededor de las 11:30, la manifestación intentó avanzar, pero los granaderos colocaron vallas de protección hasta bloquear dos de los carriles de la avenida Parque Lira. [video width="848" height="480" mp4="//www.proceso.com.mx/media/2017/01/WhatsApp-Video-2017-01-24-at-13.05.42.mp4"][/video] Ante la obstrucción, Carlos Augusto Morales, dirigente de la mencionada organización, llamó a los inconformes a replegarse y evitar el cierre de la vialidad. En entrevista con Apro al concluir la manifestación, Morales expuso que la intención fue entregar una propuesta para que el presidente Peña Nieto admita la reducción de su salario, pero no en términos administrativos, sino por medio de una reforma constitucional. Se trata, explicó, de reformar los artículos 127, 140, así como 73 y 94, a fin de que se establezca un monto cercano a 140 mil pesos para el mandatario, la reducción de percepciones de servidores públicos y una homologación a los poderes Legislativo y Judicial, para que se reduzcan significativamente los salarios. La propuesta --recibida por la Oficialía de Partes de la Oficina de la Presidencia-- incluye indexar las percepciones federales a determinado número de veces el salario mínimo. Ojalá, dijo, el planteamiento sea tomado en cuenta, de lo contrario buscarán otros mecanismos para conseguir la reducción salarial. Los manifestantes portaban carteles y pancartas de repudio al gasolinazo y relativas a los excesivos salarios de los funcionarios públicos, y señaladamente del Ejecutivo. En su edición 2099 que circula esta semana, la revista Proceso dedicó su portada precisamente a los altos salarios y privilegios de la alta burocracia federal.