El amor en tiempos incendiados

lunes, 6 de febrero de 2017 · 10:37
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En tiempos de guerra, como los que vivimos, la única salvación es conservar el amor. El problema radica en encontrarlo y definirlo, ya que tiene muchas facetas y formas de expresarse. ¿Cómo puede una sola historia abarcarlo todo? Es ese el conflicto principal de Enamorarse de un incendio, donde cuatro personajes intentan escribir la mejor historia de amor para una serie de televisión. Creada a partir de Romeo y Julieta de William Shakespeare --pero sin nada aparente que las asocie--, se trata de una obra innovadora y arriesgada, una verdadera joya dentro de la escena actual, la cual comienza ya su tercera temporada gracias al impulso de Efiteatro. La historia, escrita y dirigida por el chileno Eduardo Pavez Goye-- ganador en seis ocasiones consecutivas en la Muestra Nacional de Dramaturgia en su país--, explora tres situaciones, las cuales suceden en el mismo espacio: cuatro personajes tratando de escribir una serie de televisión sobre el tema; una pareja que recibe a su hija quien regresa después de no tener contacto durante 12 años, y un artista que sólo pinta flores, al parecer incapaz de involucrarse emocionalmente con alguien. La puesta no permite olvidar que se trata de un montaje: el vestuario, la utilería e incluso las patas de gallo de la escenografía se encuentran a la vista del público. Si uno de los actores no participa en la escena, se queda fuera, sin esconderse. Entre las butacas y el escenario hay todo el tiempo dos camarógrafos registrando lo que sucede, elemento que se integró a los actores muy hacia el final de los ensayos. Las escenas se intercalan en una pantalla superior, y los espectadores tienen la opción de ver lo que sucede frente a ellos, en vivo, o apreciarlo fragmentado en la filmación. El efecto hace muy evidente la diferencia entre el teatro y el lenguaje televisivo, ya que en el primero se tiene acceso a todo, y es la acción la que fija la mirada. En cambio, en el otro el encuadre es el que selecciona el foco de atención. La vida dentro del set es también la vida, y todos estamos jugando nuestro rol dentro de ella. Es así como también las historias que creamos tienen su propio pulso. Enamorarse de un incendio nos cuestiona siempre acerca de cuándo comienza y cuándo termina la ficción. El elenco, conformado por Verónica Merchant, Itari Marta, Luis Miguel Lombana y Hamlet Ramírez, contribuye a la sensación. Sus actuaciones son tan naturales y verosímiles que hacen cuestionarse si lo que está frente a nosotros es un montaje o somos los espías silenciosos de lo que sucede en un departamento, o un set de televisión. Cómo saberlo. La obra corre como agua y la atención del espectador no se pierde durante el transcurso, ya que maneja muchos niveles de realidad. Ir conectando los distintos cuadros intercalados y darle una lectura supone un reto mental que se agradece. La tensión de la trama y la energía de los actores se mantienen siempre arriba. El amor lo es todo y no es nada. Cada quien lo vive, lo disfruta y lo sufre a su manera. Lo más importante para contar una historia de amor es que sea sincera, y para eso no hay mejor que la propia. El montaje es un imperdible que se estrenó esta temporada el 16 de enero y se mantiene en el Foro Shakespeare (Zamora 7, colonia Condesa) hasta el 26 de abril. Lunes y martes a las 20:30 horas.

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