Madre mexicana deportada, símbolo de la política antiinmigrante de Trump
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no pudo hacer gran cosa ante la detención y posterior deportación de Guadalupe García de Rayos, migrante mexicana de 36 años, quien vivía en Estados Unidos desde hace 22 años y fue arrestada ayer durante su chequeo anual en las oficinas de la Agencia de Migración y Fronteras (ICE, por sus siglas en inglés) de Phoenix, Arizona.
“El caso de la señora García de Rayos ilustra la nueva realidad que vive la comunidad mexicana en territorio estadunidense ante la aplicación más severa de las medidas de control migratorio. Por ello se invita a toda la comunidad mexicana a tomar precauciones y a mantenerse en contacto con su consulado más cercano, para obtener la ayuda necesaria para enfrentar una situación de este tipo”, alertó la Cancillería en un comunicado.
Madre de dos ciudadanos estadunidenses, García de Rayos fue detenida el 16 de diciembre de 2008 durante un operativo de agentes migratorios en su centro de trabajo. Como muchos migrantes indocumentados en Estados Unidos, la mujer, originaria del estado de Guanajuato, utilizaba un número de Seguro Social apócrifo para trabajar.
En 2013, un tribunal emitió una orden de deportación en su contra, la cual no se aplicó debido que la administración de Barack Obama priorizó las expulsiones de migrantes condenados por delitos graves. En cambio, García se comprometió a acudir cada año a las oficinas del ICE para revisar su caso.
Sin embargo, el miércoles pasado los agentes no la dejaron salir de las oficinas, como de costumbre. La deportaron hoy, bajo el argumento de que “su caso migratorio se sometió a revistas en múltiples niveles del sistema de cortes migratorias, incluyendo el Consejo de Apelación Migratoria, y los jueces plantearon que no tenía la base legal para permanecer en Estados Unidos”.
En un comunicado, la ICE informó que “continuará concentrándose en identificar y remover los individuos con sentencias de delitos quienes tienen órdenes finales de deportación emitidos por las cortes migratorias de la nación”.
La SRE aseveró que “tuvo conocimiento de la detención y subsecuente deportación de Guadalupe García de Rayos” y que “el Consulado General de México en Phoenix, Arizona, en colaboración con el representante legal de García de Rayos, brindó de inmediato la atención y protección consulares necesarias para garantizar su integridad y el respeto de sus derechos”.
Por su parte, añadió, “el Consulado General de México en Nogales, Arizona, supervisó que su repatriación se realizara de forma digna y segura”.
El caso de Guadalupe García fue ampliamente cubierto en la prensa estadunidense, que lo trató como el símbolo de las medidas antiinmigrantes y de los efectos de la ampliación de la definición de “migrantes criminales”, planteadas en una orden ejecutiva que Donald Trump firmó el pasado 25 de enero.
Tanto el New York Times, The Guardian, CNN y el Washington Post, entre muchos diarios, publicaron amplias crónicas sobre la detención de la mujer y las protestas afuera de las oficinas del ICE para evitar su deportación, las cuales terminaron dispersadas por la intervención de la policía.