Sergio Arau: "¡Yo quiero ser presidente!"

jueves, 16 de febrero de 2017 · 10:23
Si en octubre pasado el presidente Enrique Peña Nieto declaró que no se despertaba pensando “en cómo joder a México”, el rocanrolero Sergio Arau lo parafrasea con su nueva rola, “Quiero ser presidente”, que toca con su banda, Los Heavy Mex. En la canción ironiza: “Honestidad ante todo. Chingarte es mi compromiso”, en el mejor estilo del “guacarrock” ochentero de su primer grupo, Botellita de Jerez. Asimismo, el también cineasta y monero, radicado en California, prepara llevar a la televisión su cinta Un día sin mexicanos. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Como compositor y cantante, Sergio Arau cumple una fantasía política con la canción de su autoría y a ritmo de metal-punk grabada en su nuevo disco Quiero ser presidente, la cual quiere reflejar la situación gubernamental de México. Desde Los Ángeles, California, Estados Unidos, donde ha participado en las marchas y protestas contra de las medidas de Donald J. Trump para con los inmigrantes, Arau platica con ironía vía telefónica: “Yo quiero ser presidente y repartir las secretarías entre mis cuates y familia. Tengo planeado hacer una gran mansión, más grande que la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, porque deseo que nos acepten en la OMU, o sea, ¡la Organización de las Mansiones Unidas!” Inicia su “campaña” acompañado con la agrupación Los Heavy Mex el 23 de febrero en el foro de conciertos El Imperial, ubicado en Álvaro Obregón 293, colonia Roma Norte de la Ciudad de México. Quiero ser presidente es el primer sencillo de su nuevo proyecto musical, cuyo coro es el que sigue: Quiero ser presidente nomás pa´ver que se siente chingarse a toda la gente sin que nadie me lo cuente. Y sobresale la lírica: Repartiré el país entre mis socios para hacerlos número uno en todos mis negocios; mantendré privilegios a unos cuantos, siempre que se mochen y se caigan con su santo. Todo el gobierno lo haré empresa privada: para mí todo, para el pueblo nada. Que quede claro: aquel que se resista, va a valer madres… ¡incluyendo a periodistas! Repartiré la riqueza nacional con mi compadre, aunque sea un criminal. Voy a saber lo que es ganar las elecciones meses antes de que sean las votaciones. La melodía concluye con enfático grito al primer mandatario: ¡Renuncia! (ver video https://www.youtube.com/watch?v=T5qTl5Bjngk) “No iba a sacar esta canción ahora, sino para finales de abril o principios de mayo próximos, meses en los que lanzaré el disco completo, el cual ya lo grabamos todo. Sólo elaboramos mezclas, efectuamos algunas correcciones y confeccionamos cosas de los videos. Lo que pasó es que cuando este gobierno mexicano invitó a Trump ¡me dio mucha rabia!, ¡me enojé mucho! Y me motivé a sacarla ya y me puse a terminar el video, el cual se encuentra listo”, explica el fundador de la banda de rock ochentera Botellita de Jerez. Naco es chido Como cineasta, su obra más destacada fue el largometraje Un día sin mexicanos, estrenado hacia 2004, que sirvió de bandera al movimiento Pro-Inmigrante del 2006. Artista plástico además de monero, en 1984 dio a conocer su propuesta de ArtNacó, una especie de Pop Art basado en la cultura popular mexicana integrando a la pintura iconográfica de la lucha libre y otras manifestaciones culturales, como los altares callejeros. Hacia 2009, Sergio Arau fue comisionado para decorar el Conga Room en el L.A. Live, un club angelino de Jennifer López y Jimmy Smits. Sus murales, dibujos y esculturas ahora adornan el lugar. Preocupado, el nacido en la Ciudad de México e hijo del director y actor Alfonso Arau manifiesta que pensó que no dejarían al nuevo presidente estadunidense ejecutar todas sus propuestas de campaña, “pero las situaciones van de peor en peor, California es un oasis y aún así está bien grueso… Anduve en el aeropuerto protestando porque no dejaban entrar a los musulmanes”, y recalca: “¡son ciudadanos!, ¡son residentes de acá!”. –¿Cómo surgió Quiero ser presidente? –Desde muy chico me preguntaba por qué había gente que hace lo que sea desde robar, matar, abusar, pero no pasaba nada… ¡Son como Supermán! Uno tiene fantasías de todo tipo: eróticas, económicas, filosóficas, religiosas, en fin. Entonces, siendo testigo de que hay quien puede hacer lo que se le antoje, sin ninguna consecuencia, pues dije: ¡Yo quiero ser presidente!… “Yo les voy a hablar con la verdad, para qué les voy a decir que no habrá gasolinazos o que vamos a encontrar a los responsables de Ayotzinapa y se les va a castigar, mejor les digo lo que es: ¡Chingarte es mi compromiso!” Destaca que Sergio Arau & Los Heavy Mex es la continuación de un experimento que Arau comenzó en los noventa: Sergio Arau y La Venganza de Moctezuma. “Sé que en este momento debe haber proyectos que en papel suenan parecido, ¡pero musicalmente les garantizo que no!” Un día sin mexicanos a la TV Su película Un día sin mexicanos ha vendido, a la fecha, más de 500 mil DVDs en Estados Unidos y recaudó 10 millones de dólares en su corrida comercial, según Box Office Mojo. Es una ficción humorística que trata de cómo van desapareciendo misteriosamente los mexicanos en Estados Unidos, provocando un caos en la forma de vida de los estadunidenses. –Ha declarado varias veces que filmará Otro día sin mexicanos, secuela de Un día sin mexicanos, con un guión de su esposa, la actriz Yareli Arizmendi, y suyo. –Será una serie de televisión, por eso nos hemos tardado más. Ahora la mala situación da para mucho más y es más difícil todo. Cuando filmamos Un día sin mexicanos era muy simple la propuesta: “¡Vean lo que le damos al país (Estados Unidos) y valoren lo que tienen!”, era como una onda tipo Mauricio Garcés: “Para que vean lo que es tenerme y después perderme”. Ahora se ha armado toda una industria alrededor de los inmigrantes latinos. Han creado todas las máquinas que ponen en los aeropuertos y existen las cárceles para deportación. “Se trata de un circuito de prisiones privadas que tienen un contrato con el gobierno de Estados Unidos, éste les paga 164 dólares por cama y además se compromete a tenerlas llenas en un 90%. Como no son penales normales de criminales, no hay legislación. Con tal de tener las cárceles llenas, hay gente que lleva cinco años ahí sin juicio, ni nada. Sólo tendrían que revisar sus papeles y deportarlos; sin embargo, no lo hacen… “Uno de estos sitios se ubica aquí, en Downtown LA (centro cívico de Los Ángeles), hemos ido allí porque organizan conciertos. De esto no se habla y lo abordaremos en la serie; pero va enfocado en ese tópico, de que todo es negocio. Lo del muro es un negocio.” Egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, Arau informa que esas cárceles se llaman Inmigration Detention Centers: “Están relacionados con la migra que ahora se llama ICE (Inmigration and Customs Enforcement), pero son privados. Igual, muchas de las cárceles normales las privatizaron también, ¡entonces es el súper negocio!” Al revisar la página de internet de ICE hay un localizador de estas Instalaciones de Detención en el vecino país del norte. El también caricaturista recomienda ver el documental 13th (Enmienda XIII), de Ava DuVernay, nominado al Óscar como Mejor Documental y que transmitió Netflix. La trama narra cómo el sistema judicial estadunidense ha impulsado el racismo desde la época de la esclavitud hasta la época actual con los encarcelamientos masivos. El documental lleva ese nombre en referencia a la enmienda constitucional que abolió la esclavitud, a excepción del castigo por la comisión de delitos. “Los terratenientes necesitaban la mano de obra y no querían pagarla; entonces lo que hicieron fue aprobar unas leyes que criminalizan. La Enmienda XIII, que obliga a los presos a trabajos forzados sin paga, los vuelven esclavos”, narra Arau, creador con sus colegas de Botellita de Jerez (Francisco Barrios y Armando Vega-Gil) del eslogan “Naco es chido”. El ganador del Coral de Plata en el Festival de Cine de La Habana por su corto El Muro, finaliza que le gusta más la idea de crear una serie para televisión: “En ese formato se cuentan más horas para adentrarse con detalle en estos problemas que mencioné.” Este texto se publicó en la edición 2102 de la revista Proceso del 12 de febrero de 2017.

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