Nomina Trump al hispano Alexander Acosta para secretario del Trabajo

jueves, 16 de febrero de 2017 · 14:14
WASHINGTON (apro).-El presidente estadunidense Donald Trump anunció la nominación de Alexander Acosta como secretario del Trabajo, quien de ser confirmado al puesto por la Cámara de Senadores sería el primer integrante del gabinete de la Casa Blanca de origen latino o hispano. Irónicamente, la nominación de Acosta se dio el mismo día en que en decenas de ciudades de los 50 estados de la Unión Americana se llevaba a cabo un boicot titulado “Un día sin hispanos”, en rechazo a las políticas migratorias de Trump, donde gran parte de la comunidad hispana o latina decidió no ir a trabajar, no enviar a sus hijos a la escuela y no hacer compras y cerrar negocios. “Alex Acosta será un formidable secretario del Trabajo”, dijo Trump en la conferencia de prensa a la que convocó en la Casa Blanca para hacer pública la nominación y a la que no invitó a su postulado que ahora tendrá que ser sometido al escrutinio de la Cámara de Senadores del Congreso federal. La candidatura de Acosta se dio un día después de que Andrew Puzdle retirara la suya como candidato a Secretario del Trabajo, luego de admitir que no conseguiría el respaldo necesario en el Senado para obtener la ratificación al puesto. Acosta es actualmente decano en la Facultada de Leyes de la Universidad Internacional de Florida. El nominado de Trump fue subprocurador de Justicia de la División de Derechos Civiles durante la presidencia de George W. Bush. Fue también integrante de la Junta Nacional de Relaciones Laborales y fiscal federal por el Distrito Sur de Florida. En la conferencia de prensa en la Casa Blanca, donde destacó la ausencia de Acosta, el presidente Trump abordó asuntos referentes a la comunidad hispana de Estados Unidos. Al ser cuestionado sobre lo que piensa hacer con el Acta de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) a Estados Unidos como inmigrantes indocumentados, el mandatario estadunidense apuntó que este es un tema difícil. “Vamos a demostrar un gran corazón”, comenzó diciendo Trump en referencia a DACA, creada por el expresidente Barack Obama y que dio empleo y residencia temporal a más de 1.3 millones de inmigrantes indocumentados acogidos por el mecanismo migratorio. “DACA es un asunto muy, muy difícil para mí. Para mí es un asunto muy difícil que beneficia a esos niños increíbles”, dijo el presiente Trump. No obstante, al responder con ambigüedad sobre si ampliará o anulará el DACA, vinculó entre los beneficiados por la medida a criminales y traficantes de droga. “Se han beneficiado, en algunos casos, no en todos, pandilleros y vendedores de drogas… vamos a abordar el tema de DACA con el corazón”, acotó el presidente de Estados Unidos. Mientras el mandatario daba su conferencia de prensa, en Estados Unidos continuaba llevándose a cabo el boicot de la comunidad hispana en rechazo a sus políticas migratorias enfocadas en construir un muro en la frontera con México, deportar a los indocumentados y restringir la emisión de visas para empleos temporales. Sin embargo, nadie con seguridad tenía una idea de cuál sería el efecto en la economía de la protesta nacional “Un día sin hispanos”. En paralelo, un grupo de 20 senadores federales, 19 del Partido Demócrata y uno independiente, presentaron en el Capitolio un proyecto de ley “para anular la orden ejecutiva del presidente Trump para llevar a cabo deportaciones (de inmigrantes indocumentados) masivas”. Esta semana el Departamento de Seguridad Interior informó que en redadas migratorias llevadas a cabo en seis estados del país la semana pasada, se deportó a más de 680 indocumentados, 75% de los cuales tenía antecedentes penales y demandas judiciales, y el otro 25% había recibido orden de deportación o reincidió en ingresar a la Unión Americana violando las leyes migratorias. “La divisiva y racista orden ejecutiva del presidente Trump es una amenaza contra la seguridad de nuestras familias trabajadoras y comunidades inmigrantes, y debe ser anulada”, declaró la senadora Catherine Cortez Masto, demócrata por el estado de Nevada y promotora del proyecto de ley para anular la orden del presidente. Además de Cortez Masto, el grupo de los 20 senadores que patrocinan el proyecto de ley contra las redadas migratorias para deportación lo integran Rick Durbin, de Illinois; Michael Bennet, de Colorado; Cory Booker, de Nueva Jersey; Christopher Coons, de Delaware; Al Franken, de Minnesotta; Kamala Harris, de California; Mazie Hirono, de Hawaii; Tim Kaine, de Virginia; Patrick Leahy, de Vermont; Ed Markey, de Massachusetts; Jeff Markley, de Oregon; Patty Murray, de Washington; Bernie Sanders, independiente de Vermont; Chris Van Hollen, de Maryland; Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Ron Wyden, del estado de Oregon.

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