De pelos y pelones

jueves, 23 de febrero de 2017 · 21:22
Chiflarse por los pelos De muchacha, cuando caminaba con mis amigas por las calles de Juchitán, siempre había jóvenes sentados en ramillete sobre las banquetas de las casas, se nos quedaban mirando y comenzaban a silbar este sonido: napa guícha la? ese chiflido contenía la pregunta: ya tienes vellos? ante esto y las miradas penetrantes de los jóvenes, nos hacía caminar más rápido, tropezar, sonreír. Las muchachas más grandes, volteaban y afirmaban con la cabeza que sí, que ya había vellos y que ya eran mujeres hechas y derechas. Trenzas de luz En las noches, por los barrios de abajo, no había mucha luz eléctrica y muchas personas caminaban con quinqués en las manos para alumbrar su camino. Te acercaban la lámpara portátil al rostro para reconocer quién eras y saludarte. Las muchachas se ponían sobre la cabeza luciérnagas en toda la trenza, parecían fuentes de luz caminando bajo las sombras. [caption id="attachment_475650" align="aligncenter" width="702"]Audio-transcripción sonora por Patricia García y Rubén Luengas. Audio-transcripción sonora por Patricia García y Rubén Luengas.[/caption] Pelos bajo la tinaja Las jóvenes de Juchitán, cuando se peinan, los cabellos que quedan en los dientes del peine los quitan, hacen un remolino con ellos y lo colocan debajo de las tinajas de agua que existe en cada casa para tomar. Esto es para que el agua les ayude a crecer el cabello más rápido. De ganglios inflamados Cuando tienes los ganglios inflamados, te arrancas un cabello de la cabeza y te lo amarras en el dedo gordo para que se desinflamen tus ganglios. [caption id="attachment_475651" align="aligncenter" width="702"]Durero, intervención de Toledo. Durero, intervención de Toledo.[/caption] Boda zapoteca Entre los zapotecas cuando se casan se amarran los cabellos con la pareja como sinónimo de unión. En Unión Hidalgo Todos los cabellos que quedan en los dientes de los peines, los enredan al tronco de los árboles para que las hormigas no suban. Mujeres calvas Hace muchos años en Juchitán, el padre de un compositor famoso fue a la iglesia y cuando descubrió a San Antonio vio su gran calva y comenzó a reír, le dijo a su acompañante: este santo me gusta para un coscorrón, y no se aguantó las ganas y se lo dio. Cuando nació su primera hija nació con la cabeza reluciente, sin cabello, la gente le decía para consolarlo: todos los bebés nacen así no te preocupes. La niña creció y nunca le salió ni un pelito. Nació la siguiente hija y también pelona. El pueblo dice que ese fue el castigo que recibió por coscorronear a San Antonio. Siempre se vio a estas hermanas caminar por las calles con pañoletas en la cabeza y trenzas falsas. ________________________ * Investigación por Natalia Toledo [caption id="attachment_475652" align="aligncenter" width="702"]El cabello del Sr. Albrecht Dürer de Núremberg. El cabello del Sr. Albrecht Dürer de Núremberg.[/caption] * * * He aquí el cabello que fue cortado, a manera de recuerdo, del talentoso y reconocido pintor llamado Sr. Albrecht Dürer de Núremberg, después de su muerte en 1528, el octavo día de abril. Este cabello después perteneció a Hans Baldung, el talentoso pintor y ciudadano de Estrasburgo. El mechón de cabello lo tuvo primero el estudiante de Dürer, Hans Baldung Grien, quien había sido aprendiz del maestro de Núremberg entre 1503 y 1507. Baldung fue indiscutiblemente el estudiante más famoso y exitoso de Dürer, e incluso fue uno de los artistas invitados para decorar el libro de oraciones de Maximiliano. El mechón de cabello bien podría ser más que sólo un recuerdo sentimental que el aprendiz conservó de su maestro (Bühler lo llamó un gedechtnus o “memorial”). Podría haber simbolizado la transmisión de una herencia artística de un padre espiritual a su hijo elegido. Pero, ¿qué tipo de símbolo de tradición es este mechón cortado del cadáver de Dürer? ________________________ * Texto tomado de la página 250 del libro: Koerner, Joseph L.: The Moment of Self-Portraiture in German Renaissance Art. Chicago; Chicago, 1993. Traducción por Daniel Brena [caption id="attachment_475654" align="aligncenter" width="702"]De pelos y pelones, de Francisco Toledo. De pelos y pelones, de Francisco Toledo.[/caption] * * * Naturaleza, cultura Desde el punto de vista fisiológico el cabello se compone de un tallo y una raíz enterrada en su extremidad profunda (el bulbo). A diferencia del pelo, el folículo capilar está provisto de un músculo que le permite recuperarse. Como el pelo y el vello, el cabello, un anexo diferenciado de la epidermis, posee un rol de protección y de termorregulación. En el mundo podemos distinguir cuatro grandes tipos de cabello: cabello lacio, grueso o delgado; cabello ondulado que tiene el aspecto de una espiral incompleta; cabello chino con varios bucles grandes; cabello crespo con rizos más apretados. Implantados por grupos, los cabellos tienen una densidad variable en función de su color: 750 por cm2 para los rubios, 620 para los castaños, 500 para los pelirrojos. Un hombre moreno posee unos 100 000 cabellos, una mujer morena 110 000, un rubio o rubia 130 a 150 000. Durante toda una parte de nuestra vida, el nacimiento, crecimiento y muerte de los cabellos son procesos concomitantes. El niño pierde 90 cabellos por día, el adulto de 35 a 100, el aciano 120. El crecimiento del cabello es más rápido en verano que en invierno, en la noche que en el día. En los hombres, el veinticincoavo cabello que vuelve a crecer es el último. Estos son algunos de los datos elementales: más allá comienza la cultura, y con ella los mitos, las angustias, los signos de interrogación. Se explica por esto que precede que en toda cultura del pasado, apoderarse del cabello de una persona haya siempre significado: apoderarse de la persona misma. Los cabellos caídos de la cabeza sin que nos hayamos dado cuenta serán mezclados por la hechicera en una hábil preparación destinada a la desgracia de su propietario. Para lanzar un hechizo, no hay nada mejor que un muñeco adornado con verdaderos cabellos del destinatario. Cortar con astucia el cabello de alguien reducirá a esta persona a la impotencia. Y por el contrario, un mechón ofrecido por el ser amado, conservado en un medallón o escondido en una joya, actuará como un talismán. ________________________ * Texto tomado del libro: Le Cheveu. Essentiellement. Texte: Pierre Gascar. Editorial: Nathan Delpire. Traducción por Neftali García Fernández del Campo [caption id="attachment_475655" align="aligncenter" width="702"]De pelos y pelones, de Francisco Toledo. De pelos y pelones, de Francisco Toledo.[/caption] * * * Una rata, que había salido a pescar sobre el gran arrecife, se vio amenazada por la marea que subía. Su glotonería la hizo devorar la balsa de caña de azúcar que la había conducido tan lejos de su tierra. El pulpo que la oyó chillar se compadeció de ella y le propuso llevarla de regreso a la tierra. Durante el viaje, la rata, encaramada de la cabeza del pulpo, no pudo contener su risa. Cuando el pulpo le preguntó de qué se reía, la rata respondió que la idea de llegar a tierra la llenaba de alegría. Apenas puso pie la rata en tierra, la ingrata, en lugar de agradecer a su salvador, le reveló que su risa era porque la calvicie del pulpo salía relucir con cada brazada. Furioso, el pulpo se arrancó uno de sus tentáculos y lo clavó en las nalgas de la rata que salió huyendo. Desde entonces, la rata posee una cola pelona, y el pulpo, rencoroso, puede ser fácilmente sacado de su escondite en el arrecife, cada vez que un pescador le presenta un simulacro de rata hecho de coral, de porcelana, de fibras y de una larga nervadura de cocotero que haga las veces de pelos y de cola. Este cuento provee una explicación ontológica al mismo tiempo que revela el origen de una práctica de pesca. En segundo nivel de lectura pone en escena, para un auditorio adulto y sagaz, una alusión sexual entre un animal peludo que vive en la tierra y la desnudez del pulpo, un animal marino sin osamenta pero dotado de una gran fuerza. Su cabeza calva y reluciente, fuente de la risa de la rata, no es otra que la cabeza del pene, descubierta, indecente por su desnudez (Aufray, 2000). ________________________ * Texto tomado del catálogo de la exposición Cheveux chéris. Musée du quai Branly, París, Francia. Traducción por Neftali García Fernández del Campo.

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