Alarma y zozobra por nuevo muro fronterizo en Naco, Sonora

martes, 28 de febrero de 2017 · 19:23
NACO, Son. (apro).- La demolición de la cerca laminada, con el objetivo de construir un nuevo muro en la frontera de esta ciudad con Arizona, genera un estado de alerta en la población, debido a la política migratoria y los comentarios racistas del presidente estadunidense Donald Trump. La empresa encargada de construir el nuevo muro en el límite sur de los Estados Unidos inició esta mañana la destrucción de la vieja cerca de acero y, con ello, incrementó la zozobra entre los habitantes de la región. Según informe preliminar, tras concluir la destrucción total de la cerca se erigirá una nueva valla que tendrá una altura de 15 metros y una longitud de 11 kilómetros, unos 6.5 kilómetros de largo al oeste de Naco y de 4.5 kilómetros al oriente de este ciudad. El trabajo de las retroexcavadoras iniciado esta mañana causó también la alerta generalizada a través de las redes sociales, en donde los internautas se cuestionan si este nuevo muro es parte de la política migratoria de Trump y sus primeras órdenes ejecutivas para separar las dos naciones. El alcalde de Naco, Lorenzo Villegas, dijo a Apro que la edificación del nuevo muro data de finales de 2015 en un proyecto que realizará la empresa Granite, ganadora de la licitación cuando el presidente George W. Bush –con autorización del Congreso– obtuvo los ingresos para levantar los mil 50 kilómetros de barda con vigas de acero que ahora se conocen. “Se ha generado un poco de polémica porque se cree que este nuevo muro está relacionado con el cambio de gobierno en Estados Unidos (de Barack Obama a Trump), pero no se trata de eso; sólo se va a cambiar el muro de lámina que ya tenemos por el de un material transparente que facilite la vigilancia en la frontera y permita el libre cauce del agua en esta región”, puntualizó. Actualmente, los habitantes de este municipio observan una división entre los dos países con base en láminas acanaladas, que supuestamente fueron utilizadas por Estados Unidos en la guerra del Golfo Pérsico como pistas para aterrizar aviones en las dunas del desierto. La zozobra ciudadana tiene razones fundadas: el pasado 25 de enero el presidente Trump firmó un par de órdenes ejecutivas para crear de manera inmediata el muro, la contratación de 5 mil nuevos agentes fronterizos y triplicar la base operativa de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Una nación sin fronteras no es digna de ser llamada nación”, exaltó esa tarde de miércoles. Y aún peor: el 16 de junio de 2015, cuando el magnate republicano aceptó su candidatura presidencial, llamó a los mexicanos “violadores” y “criminales”. “Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tiene muchos problemas... traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas”, pronunció en aquel verano.

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