CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de tres días consecutivos a la baja, el peso logró recuperar terreno frente al dólar este miércoles, colocando el tipo de cambio en niveles inferiores a los 20 pesos a nivel interbancario. En sucursales bancarias, el billete verde se cotizó en 20.15 unidades, mientras que al mayoreo se ofertó en 19.79 pesos, es decir, 1.51% más barato que el cierre del pasado martes, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico). Según el análisis de Banco Base, la apreciación del peso derivó de una corrección a las pérdidas de la sesión anterior, cuando la moneda nacional se depreció ante un incremento de la aversión al riesgo. No obstante, esta mañana se reanudó el apetito por riesgo, permitiendo también fuertes ganancias en los mercados de capitales de Asia, Europa y Estados Unidos. “El peso extendió su avance hasta un tipo de cambio mínimo en la sesión de 19.72 pesos por dólar, pocas horas después de que circulara una noticia en donde se especulaba que Banxico estaba considerando solicitar una línea de swap con la Reserva Federal. Aunque esto fue desmentido por Agustín Carstens, el tipo de cambio no borró sus ganancias, manteniéndose estable y cotizando alrededor de 19.80 pesos por dólar”, explicó el análisis realizado por Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero del Banco Base. Es importante señalar que la mayoría de los principales cruces cerraron a la baja, pues se incrementó a 80% la probabilidad implícita en el mercado de que la Reserva Federal (Fed) incremente su tasa de referencia el miércoles 15. De hecho, el día de hoy varios indicadores positivos para Estados Unidos respaldaron esta expectativa. Sortea previsión del PIB El peso también resistió la reducción de la expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por parte del Banxico al colocarlo en un rango de 1.3-2.3%, cuando en el reporte anterior se esperaba una expansión de la economía entre 1.5% y 2.5% para el año que corre. El reporte destaca factores que podrían impulsar el crecimiento económico de México, como la implementación de las reformas estructurales, un mayor dinamismo de las exportaciones o la puesta en marcha de una política fiscal expansiva en Estados Unidos. También se destacan riesgos a la baja, como el posible aplazamiento de planes de inversión, la adopción de una postura proteccionista en Estados Unidos, una posible reducción de la calificación crediticia del país o un bloqueo de los flujos de remesas hacia México. En este entorno, la Bolsa Mexicana de Valores registró una ganancia de 1.27%, en línea con los mercados estadunidenses, donde el Dow Jones tuvo una variación positiva de 1.46%; el Standard & Poor’s, 1.37%, mientras el índice tecnológico Nasdaq aumentó 1.35%.