Desigualdad y pobreza estancan desarrollo humano en México: PNUD

martes, 21 de marzo de 2017 · 19:37
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La desigualdad y la pobreza provocaron que México, la quinceava economía mundial, se estancara en el lugar 77 de la lista del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que publicó hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cinco lugares por debajo del que ocupaba en 2010. Al considerar el alto coeficiente de desigualdad que impera en el país --sobre todo en materia de ingreso, pero también en educación y esperanza de vida--, México descendería 12 lugares en la clasificación del PNUD. Por el contrario, al considerar únicamente el PIB por habitante –que se eleva a 16 mil 383 dólares por persona--, subiría al lugar 68. En México, el coeficiente de Gini –que mide la desigualdad en la repartición de la riqueza-- se eleva a 48.2, uno de los 20 índices más altos del planeta. Nueve de los 20 países más desiguales del mundo se encuentran en América Latina; los 11 restantes están en África. Apenas 29% de los mexicanos afirman confiar en el sistema judicial y 26% refrenda su confianza en el gobierno: menos de la mitad que el promedio mundial, donde la confianza en la justicia se eleva a 57% y en materia de gobierno alcanza 54%. Según el PNUD, cerca de 9% de los mexicanos que tienen un empleo entran en la categoría de “trabajadores pobres”, es decir, que ingresan menos de 3.10 dólares por día, una de las tasas más importantes en la lista de países con un IDH “alto”. “La captura por la élite de los beneficios del desarrollo y de las instituciones –mercados, gobiernos y sociedad civil-- que guían la distribución de las oportunidades, puede profundizar y perpetuar las divisiones en las sociedades altamente desiguales”, recordó el PNUD. México se encuentra entre los países que observan un desempeño “mediano o alto” en materia de combate contra las desigualdades de género; sin embargo, el PIB por hombre –22 mil 115 dólares— equivale a más del doble del PIB por mujeres –10 mil 710 dólares--, y apenas 45% de las mujeres se encuentra en el mercado laboral. Además, 14% de ellas sufrió violencia por parte de su pareja. Todavía faltan mejoras en materia de género: México se encuentra entre los 65 países con menor desempeño en materia de embarazo adolescente y de mujeres beneficiarias de pensiones. A nivel global, si bien parece que la brecha de género se está cerrando en materia de educación, las disparidades a nivel de ingreso permanecen muy altas: los hombres ingresan en promedio 18 mil 555 dólares, contra 10 mil 306 dólares para las mujeres. Además, apenas dos de cada diez asientos parlamentarios del mundo se encuentran ocupados por mujeres, mientras que la proporción de ellas que tienen una educación secundaria completa es 10% inferior a la de los hombres. México también se encuentra entre los países con mal desempeño en materia ambiental: apenas 9.4% de la energía consumida es renovable, la deforestación eliminó 5.3% de las superficies de bosques en el país en los últimos 25 años y 17.2% del agua que se consume es extraída, entre otros. A pesar de los avances en los indicadores de desarrollo humano que la ONU observó en la última década, una de cada nueve personas en el mundo sigue sufriendo hambre y una de cada tres reporta desnutrición; 24 personas tienen que abandonar su casa cada minuto; 18 mil humanos mueren cada día por la contaminación del aire, mientras cada año 15 millones de niñas se casan antes de cumplir 18 años, y dos millones de personas se infectan del VIH. Además, las 65 millones de personas migrantes que sufrieron desplazamiento forzado enfrentan “condiciones extremas” en sus países de destino, sobre todo en materia de acceso al empleo y a los servicios sociales y de salud, pero también porque suelen sufrir “acoso, animosidad y violencia” por parte de las poblaciones locales. No sólo eso, pues 370 millones de indígenas sufren discriminaciones y exclusión en 70 países. En México, por ejemplo, la población no indígena cursa en promedio 7.9 años de escuela, 3.3 años más que los niños indígenas. “Algunos retos son persistentes (privaciones), algunos se profundizan (las desigualdades), y otros emergen (el extremismo violento). Algunos son globales (la desigualdad de género), algunos regionales (las sequías) y otros locales (desastres naturales). La mayor parte se agrava mutuamente –el cambio climático reduce la seguridad alimentaria, la urbanización veloz marginaliza a los urbanos en pobreza. Cualquiera sea su alcance, estos retos tienen un impacto negativo en el bienestar de las personas”, aseveró el PNUD.

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