Senadores impugnan experiencia de candidata de Peña al Inegi

jueves, 30 de marzo de 2017 · 22:54
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mientras dos senadores de oposición cuestionaron a Paloma Merodio Gómez, la candidata que el presidente Enrique Peña Nieto designó para ocupar la vicepresidencia del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sobre su perfil inadecuado para el cargo, legisladores priistas y afines cerraron filas detrás de la mujer. Los senadores Juan Carlos Romero Hicks, del PAN, y Armando Ríos Piter, del PRD, preguntaron a Merodio sobre una serie de señalamientos que organizaciones de la sociedad civil y académicos realizaron desde principios de marzo. Según ellos, Merodio incumple con los requisitos del cargo –sobre todo porque no ocupó un puesto de “alto nivel” durante cinco años–, por lo que su designación por parte del Ejecutivo fue ilegal. Ella defendió su candidatura: aseveró que la ley no define qué es un “cargo de alto nivel”, negó cualquier conflicto de interés, resaltó su experiencia profesional –enumeró los levantamientos que realizó en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)– y recalcó su condición de “mujer, profesionista y madre” que, según ella, “significarían un importante aporte adicional a la Junta de Gobierno del Inegi”. Al preguntarle sobre su nivel de responsabilidades en la empresa Grupo de Economistas Asociados (GEA), en la que laboró dos años, Merodio contestó que esta empresa es una “institución muy horizontal, muy pequeña”. En el currículum que Peña Nieto envió al Senado el pasado 24 de febrero para postular a Merodio, se planteó que la mujer había impartido una clase en la Universidad de Harvard, de la que obtuvo una maestría. Sin embargo, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) reveló posteriormente que no era titular de la clase, sino asistente del profesor. Frente a los senadores, Merodio se deslindó del documento firmado por Peña Nieto: sostuvo que en el currículum que ella entregó a la Presidencia, “en ningún lugar se especifica que yo fui titular de la materia, dice que impartí las clases junto con el profesor”. “Tengo una trayectoria ética probada, una independencia de criterio que he demostrado con mi trabajo en el día a día, con las evaluaciones que yo he publicado en la página de internet de Sedesol, así como en mi paso por el IMSS”, añadió. Al terminar la sesión, Pablo Escudero Morales, integrante Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y presidente de la Mesa Directiva del Senado, elogió a Merodio –sostuvo que “está altamente calificada, es una profesionista brillante”– y aseveró que cuenta con “la capacidad técnica y la experiencia profesional” para el puesto. Romero Hicks tuvo una reacción opuesta: “En este momento no me la imagino como vicepresidenta del Inegi. No veo criterios de independencia, no veo consolidación en la parte de la autonomía, ese ya es un juicio de valor, estoy cambiando de un ámbito al otro; pero el valor fundamental tiene que ver con las pruebas objetivas: No suma cinco años”, alertó. Según el Inegi, cualquier integrante de la Junta de Gobierno debe ser un “profesional distinguido” en estadística, geografía o economía”, o bien “un académico de reconocido prestigio” y que “haya ocupado, por lo menos durante cinco años, algún cargo de alto nivel en los sectores público o privado”. Ante los señalamientos contra la candidata del presidente, la mayoría de los senadores dedicó la mayor parte de sus intervenciones en elogiar el perfil de Merodio. Insistieron sobre su juventud y su condición de mujer, y varios recalcaron que cuando Pedro Aspe Armella desempeñó como primer presidente del Inegi, en 1983, tenía 31 años, la misma edad que la candidata. El tamaulipeco Manuel Cavazos Lerma retomó los requisitos de la ley y aseguró que Merodio los cumplió. Sus argumentos: “Usted es un profesional porque tiene su cédula profesional, es un profesional porque tiene sus títulos de licenciatura y de maestría” (…), “no porque un presidente de la República no firme contratos ya no es un puesto de alto nivel. De manera que es un argumento más accesorio que esencial”. Menos categórico, el priista guerrerense Esteban Albarrán Mendoza aseveró que “creemos que usted cumple los requisitos como la ley lo mandata y cumple también con el perfil que se requiere”, y añadió: “Muchos legisladores, y aquí habemos varios presentes, reconocemos que uno de esos lugares, precisamente en el Inegi, usted merece estar”. Miguel Ángel Chico Herrera, por su parte, descalificó los argumentos “inconsistentes” y la “errónea interpretación de la legislación” de las organizaciones opositoras al nombramiento de Merodio. Luego se dirigió a ella: “Tiene aquí a senadoras y senadores que respaldamos y reconocemos su carrera, reconocemos su calidad moral y su capacidad política y también su sensibilidad social”. Repudio en Twitter En el ámbito académico y en algunas organizaciones de la sociedad civil –sobre todo el CEEY–, el nombramiento de Merodio generó un movimiento de rechazo. Ayer, 125 investigadores firmaron un comunicado de repudio al nombramiento de la funcionaria. “Es de conocimiento que hay otras personas, particularmente mujeres, que sí cumplen con méritos propios el perfil y trayectoria que la ley exige”, sostuvo el colectivo. Y advirtió: “Darle el encargo de supervisar la generación de datos relevantes para la medición de la pobreza, por ejemplo, a quien antes tuvo como cargo el combate a la misma, no abona a la consolidación del Inegi como órgano autónomo”. Este rechazo se expresó hoy en Twitter, donde académicos y activistas que siguieron la sesión en vivo expresaron su indignación. Carlos Bravo Regidor, coordinador de la Maestría en Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseveró que “no debería discutirse la idoneidad de Merodio para la (vicepresidencia) del Inegi sin antes acreditar su ELIGIBILIDAD para dicho puesto”. Y, con ironía, añadió: “Los senadores del PRI están a un tris de decir que si tienes trabajo y mides más de 1.70 ya acreditas como ‘alto mando’”. A lo largo de la sesión, José Merino, también profesor del CIDE, subrayó las “mentiras” de la candidata mientras ésta respondía a las preguntas de los senadores. El reconocido economista Gerardo Esquivel publicó: “Lo de Merodio es ambición vulgar. Lo realmente preocupante es lo de (José Antonio) Meade: la quiere imponer y amedrenta a quienes la cuestionan”.

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