WASHINGTON (apro).- Micth McConnell, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Senadores, declaró que los rusos no son amigos de Estados Unidos, y aseguró que el presidente Donald Trump hizo lo correcto al ordenar el ataque con misiles a Siria. “El presidente está autorizado para lanzar este tipo de acciones. El ataque (con misiles) a Siria fue un mensaje directo al gobierno de Bashar al-Assad de que no debe utilizar armas químicas”, destacó en conferencia de prensa. Donald Trump cuenta con el apoyo del Congreso para cualquier determinación que tome al respecto, insistió al ser cuestionado sobre la reacción de Rusia ante el lanzamiento de 59 misiles Tomahawk la noche del jueves. “Los rusos no son nuestros amigos, lo han demostrado muchas veces”, resaltó McConnell, y agregó que el Congreso federal estadunidense está “abierto” a la propuesta de imponer mas sanciones a Rusia. A unas horas del ataque a Siria, en el Capitolio ha habido reacciones encontradas. Varios demócratas, entre ellos el senador Tim Kaine, del estado de Virginia y excandidato a la vicepresidencia, criticó a Trump por no consultar al Poder Legislativo. “Fue una acción unilateral que debió ser negociada con el Congreso por las consecuencias que pueda tener esto para Estados Unidos”, indicó Kaine. Del lado republicano, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, surgió un respaldo casi total a la decisión de Trump de lanzar el ataque contra el régimen de Bashar al Assad, en represalia por la masacre con armas químicas sobre una población al norte de Siria que costó la vida a más de 70 civiles, entre ellos casi una treintena de niños. El secretario de Estado Rex Tillerson caracterizó la medida “como el primer paso para remover del poder a Assad”. A su vez, Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, declaró que el ataque fue una determinación adecuada por parte de Trump, y pidió suspender el receso en el Capitolio, para abordar las consecuencias que ello pueda tener ante la reacción belicosa de Rusia. La primera intervención militar ordenada por Trump en su recién nacida presidencia fue considerada por varios de sus críticos y legisladores demócratas como una oportunidad política para el mandatario. Según su argumento, con el ataque contra Siria pierde atención la investigación que lleva a cabo el Congreso federal para esclarecer la presunta relación que pudo tener la campaña presidencial de Trump con el espionaje cibernético que llevó a cabo Rusia para intentar manipular el resultado de las pasadas elecciones generales y presidenciales de Estados Unidos. Por otra parte, se espera que Trump hable del tema Siria con el presidente chino Xi Jinping, con quien se encuentra reunido en la mansión del mandatario estadunidense de Mar-a-Lago, en el estado de Florida. Por ahora la Casa Blanca no ha dado a conocer si Trump y Xi darán alguna declaración publica. El único evento en agenda es un almuerzo de trabajo entre los dos presidentes. En Nueva York, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó a una sesión urgente por el ataque de Estados Unidos y por las reacciones que puede tener.