CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Elementos de la Policía de Investigación (PDI) detuvieron el pasado 9 de abril en el Estado de México a un sujeto que presuntamente participó en la muerte de un médico residente durante un intento de asalto en la colonia La Raza, delegación Azcapotzalco. El sujeto contaba con orden de aprehensión girada por el Juez de Control que fue cumplimentada por los policías de investigación de la Procuraduría General de Justicia capitalina en colaboración con autoridades del Estado de México. La captura ocurrió en el municipio de Coacalco de Berriozábal, en la entidad mexiquense, informó la PGJ capitalina en un comunicado. El imputado, de quien no se proporcionó fue ingresado al Centro de Detenciones del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, donde quedó a disposición del juzgador que lo requería. En la audiencia inicial, el agente del Ministerio de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio buscará que se califique de legal su detención y se le vincule a proceso. Según las investigaciones, el implicado cometió el ilícito junto con un cómplice que ya es buscado por la Policía de Investigación. Los hechos sucedieron el pasado 23 de febrero, alrededor de las 21:30 horas, en la calle Cholultecas. Testigos observaron el momento en que el imputado y su cómplice forcejeaban en una presunta riña con el agraviado, pero en realidad los agresores intentaban robarle sus pertenencias. La víctima se resistió al robo, por lo que el indiciado accionó un arma que portaba, le causó una herida en el tórax, e insistió en quitarle sus pertenencias. Testigos pidieron a los victimarios que detuvieran la agresión y éstos al verse descubiertos, huyeron a bordo de un Nissan Versa negro. Uno de los vecinos tocó el botón de pánico de las cámaras de videovigilancia del Centro de Comando y Control C2 para pedir apoyo de policías preventivos y paramédicos, quienes trasladaron a la víctima al hospital La Raza, donde horas más tarde falleció. El agente del Ministerio Público envió a elementos de la Policía de Investigación (PDI) y personal de la Coordinación General de Servicios Periciales, quienes hallaron un casquillo percutido en el lugar de los hechos. Mediante labores de gabinete, campo e inteligencia realizados por los agentes investigadores, así como entrevistas a los testigos y el seguimiento de las cámaras del C5, se obtuvo la matrícula del automóvil en el que escaparon los agresores, y al establecerse la identidad de los probables responsables, se solicitó a un Juez de Control el mandamiento judicial por el delito de homicidio calificado. De resultar responsable de este ilícito, el imputado podría alcanzar sentencia de hasta 50 años de prisión.