El día en que Chagall diseñó escenografía y vestuario en México

domingo, 16 de abril de 2017 · 08:04
MONTREAL, Can. (apro).- Fue en 1942. Marc Chagall diseñó el vestuario y la escenografía para Aleko, un ballet que pretendía tener una temporada en Nueva York, y el cual, por falta de presupuesto, fue enviado a México. Artista plástico nacido en Bielorusia en 1887, recibió asilo en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial (1941). En el nuevo continente no tardó en ser contratado para desarrollar varios proyectos. Había trabajado ya en los años 20 en el Teatro de Arte Judío de Moscú, y ahora se le aparecía esta nueva oportunidad, propuesta por el coreógrafo ruso Leonidas Massine. Aleko está inspirado en un poema de Alexandr Pushkin, Los Gitanos (1824) y tiene por música una versión orquestal del Trio opus 50 “A la memoria de un gran artista”, de Piotr. I. Tchaikovsky. Chagall y Massine se reunieron día a día para trabajar en la escenografía. Su esposa, Bella Chagall, también se incorporó en el proyecto encargándose de la confección de los trajes. Más adelante, durante el mismo año, se definió el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México como el recinto que albergaría la puesta en escena --debido al bajo costo que ello suponía con respecto al montaje en Nueva York--, y fue entonces que el pintor y su esposa llegaron a nuestro país. Cautivados por la belleza del nuevo espacio, la visita que tomó por sorpresa al artista terminó por inspirarlo para crear varios de sus nuevos cuadros. Los cuatro escenarios para Aleko estaban formados de telones pintados con la técnica característica del resto de su obra. Los bellos cuerpos suspendidos en su pintura volaban ahora sobre los bailarines, casi como unos más de ellos. Los trajes eran verdaderas obras de arte, pintados a mano como acuarelas. Cada uno tenía su propio estilo y características únicas, los vestuarios se formaban como collages, técnica que también se vería reflejada en la pintura del autor, con guantes, máscaras, retazos y expansiones agregadas al traje original. Además de Aleko, Chagall diseñó los elementos escenográficos y de utilería de los ballets El pájaro de fuego, de Stravinsky, y Daphnis y Chloe, de Ravel; y de la ópera La flauta mágica, de Mozart. Pocas veces se reconoce a Chagall como creador de otras manifestaciones artísticas, en este caso el teatro. Sin embrago, el artista, que ahora podemos entender como multidisciplinario, exploró una amplia variedad de registros: encontramos en él obra escultórica, trabajos de ilustración y vitrales. Actualmente hay acceso a ellos a través de una extensa exposición llamada Chagall: color y música, en Montreal, Canadá, la cual explora sus otras facetas y donde el nombre de México hace presencia. El alucinante recorrido se acompaña de música. Se puede ver hasta el 11 de junio en el Museé des Beux-Arts, ubicado en el número 1380, Rue Sherbrooke O, Montréal, QC, H3G 1J5).

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