Alerta Rousseff contra la llegada de 'hombres providenciales” como Trump

lunes, 24 de abril de 2017 · 22:56
CIUDAD DE MEXICO (apro).- Durante cerca de hora y media, y frente a una audiencia que la apoyó, Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil, elogió los logros de los sucesivos gobiernos del Partido del Trabajo (PT) brasileño, repitió que sufrió un “golpe parlamentario” el pasado 31 de agosto y advirtió que la pérdida de creencia en la política marca el camino para que “hombres providenciales” al estilo de Donald Trump lleguen al poder. De visita en México, Rousseff fungió esta tarde como conferencista estrella del 50 aniversario del Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), al que llegó bajo un estruendo de aplausos y gritos de “Fora Temer” –“Fuera Temer”, en portugués–, en referencia al actual presidente de Brasil. Cuando anunció que Brasil deberá “volver a la democracia” en las elecciones presidenciales del 2018 –es decir, que el PT vuelva al poder–, la sala se “prendió” de nuevo. Sin reconocer errores que pudo cometer durante sus dos mandatos –el segundo inconcluso–, Rousseff aseguró que las fuerzas conservadoras de Brasil la destituyeron para detener las investigaciones por corrupción –que salpican a gran parte de la clase política brasileña– y “recuadrar” el país en una lógica neoliberal. También recordó que fue bajo el mandato del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva –del que fue secretaria de gobierno– que se dotó de independencia al fiscal brasileño y que se reforzó la legislación anticorrupción, los cuales permitieron el desmantelamiento de las amplias redes de corrupción financiera y política conocida como “Lava Jato”. De acuerdo con la lideresa de izquierda, los conservadores brasileños se esforzaron en “criminalizar una política que pone a los pobres en el centro” y la destituyeron con métodos ilegítimos. “Me atribuyeron un crimen en el cual ni siquiera estuve presente”, deploró, y añadió: “La destitución no sólo despreció 54 millones y medio de votos, sino también fue un ataque a nuestra Constitución, construida luego de la dictadura militar”. Luego aseveró que sufrió repetidos ataques misóginos mientras presidía el país más grande de América Latina, los cuales sentaron la base de la “sintaxis golpista”. “Se dijo que yo era una mujer dura, cuando se dice de un hombre que es fuerte, me tacharon de emocional, cuando se dice de un hombre que es sensible, y me definieron como obsesiva trabajadora, mientras el hombre es un trabajador emprendedor”, declaró. Una tras otra desestimó las críticas que se atribuyen a su gobierno: afirmó que Brasil no estaba en quiebra previo al proceso de destitución, defendió la política exterior multilateral que adoptó su gobierno, así como el incremento en el presupuesto de educación. “Durante 13 años mostramos que se podía crecer con desarrollo, reducir las desigualdades, y crear un poderoso mercado interno. Habíamos colocado como prioridad no sólo el desarrollo económico, sino un enfoque de reducción en la pobreza extrema”, aseveró. Más temprano, intelectuales y políticos de la izquierda latinoamericana, entre ellos Cuauhtémoc Cárdenas, reflexionaron sobre la situación política en el subcontinente, donde gobiernos de derecha regresaron al poder en distintos países, entre ellos en Brasil.

Comentarios