ESCÁRCEGA, Camp. (apro).- Pobladores del ejido Benito Juárez, en la junta municipal de Centenario, desarmaron, amarraron y retuvieron durante varias horas a dos agentes federales de la División Gendarmería por detener un camión cargado de carbón y madera, al parecer de procedencia ilegal. Los enardecidos pobladores exigieron la salida de la Gendarmería de esa región, y acusaron a los federales de hostigamiento y extorsión, pues aseguraron que anteriormente detuvieron cargamentos del mismo tipo y les exigieron el pago de 50 mil pesos para liberarlos. El conflicto inició esta mañana, en momentos en que los agentes intentaron verificar la licitud del cargamento que se subía a un camión, cuando un grupo de lugareños encabezados por el comisario ejidal de la localidad los cercaron. Rebasados y asustados, los policías lanzaron un disparo al aire tratando de controlar la situación, lo que irritó más a los ejidatarios, por lo que golpearon, desarmaron y amarraron a los agentes. Antimotines federales fueron enviados a rescatar a sus compañeros e incluso cercaron el poblado. Sin embargo, a petición de los pobladores, personal de la Subsecretaría de Gobierno de la Zona Sur se presentó al lugar para negociar la liberación de los dos agentes. Aunque no se informó sobre los acuerdos, se dio a conocer que se programó una nueva reunión entre los lugareños y autoridades estatales. No es el primer conflicto que causa la presencia de la Gendarmería en el estado. Desde el principio de su mandato, el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas, inmerso en una rivalidad personal con el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, pidió al presidente Enrique Peña Nieto que retirara a esa agrupación de la entidad, y se lo concedió. Rebasado por los asesinatos y robos, la Gendarmería regresó hace unos meses al estado y sus miembros fueron repartidos en las regiones de Escárcega, El Carmen y Candelaria, las más conflictivas, extensas y complejas.