Esculturas en homenaje a Alba Rojo Cama

jueves, 27 de abril de 2017 · 14:08
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Indispensable y afortunada es la exposición que actualmente se exhibe en la Fundación Sebastián, como homenaje a la escultora mexicana Alba Rojo Cama, a un año de su fallecimiento. A través de su trabajo se subrayan los alcances que un objeto estético ofrenda y permite que su voz siga presente. Es además una oportunidad para mostrar un panorama de diferentes voces dentro de la escultura mexicana. Doce escultoras que, con voz propia, han construido sólidas propuestas. La iniciativa del proyecto y su coordinación estuvo a cargo del artista Manuel Marín, quien ha logrado, como dice su texto, proponer un homenaje que “lleva el texto al contexto”: “Una relación que articula y expresa la suma y la singularidad de cada obra; la compensación y la diferencia en cada presencia intencionada que la muestra”. Acertado el tríptico de la exposición --diseñado por Azul Morris--, que además de desplegar las imágenes del trabajo de cada escultora también se acompaña con un breve texto. Marín ha realizado un ejercicio interesante donde relaciona el trabajo de cada escultora con la obra de Alba Rojo Cama: “Esto último me permitiré reproducirlo, ya que considero un acierto que subraya lo valioso de este homenaje”. Agrega: “Vanessa García Lembo atiende al concepto al formular una red significante, Alba Rojo construye redes sobre modelos que asume una razón que se manifiesta en la estructura. El concepto en Nunik Sauret se formula en función y en el gesto, Rojo no tiene gesto en la función que aparece en sus modulaciones sucesivas, el concepto y la función; en ambas, se reflejan entre sí. “Si bien Naomi Siegmann y Beatriz Sánchez Zurita se asumen en una naturaleza orgánica, la naturaleza de Alba es minera, así agrupan y reiteran en esencia figuras, que sumadas, pueden leerse vegetales para unas, cristalinas para otras. Trabajado el espacio como objeto, aparecen regulares los espacios interiores en Laura Rosete, recurrentes y múltiples en Alba. Irma Palacios es el objeto vivo, latente; Paloma Torres es en la objetualidad del lugar sagrado; naturalezas que adivinan la mentalidad de Alba, al abstraerse de todo referente concreto. “Los significados de Perla Krause son abstractos, tanto como los de Edna Pallares, mientras la primera ‘constela’ la segunda horada cuando Rojo construye su abstracción en torno al vacío. Construcciones cuya inteligencia se transporta fuera del entendimiento sensible. “Águeda Lozano geometriza por medio de la superficie sin cuerpo, Alba corporiza una geometría sin superficie, ambas sumadas se transportan al tacto biológico de Maribel Portela. Inaudita levedad de todo aquello que es producto de lo imaginable sin imagen. Significante que se presenta, en las tres, inmaterial. Escultoras, todas, que materializan la obra aun siendo imposible. Muestra que recuerda a una de ellas”. Tan variadas las técnicas escultóricas en su propuesta formal y conceptual, la gama es lo suficientemente rica como para adentrarnos a universos particulares, que revelan inquietudes de carácter formal y conceptual hacia la escultura actual. La Fundación Sebastián se encuentra ubicada en avenida Patriotismo 304, entre calle 7 y calle 5, colonia San Pedro de Los Pinos y permanecerá abierta al público con esta exposición hasta el mes de junio.

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