'Difícil negociar cuando se quiere iniciar con un descontón”, dice Salinas sobre Trump y el TLC

miércoles, 26 de abril de 2017 · 22:31
CIUDAD DE MÉXICO (apro) “Es difícil negociar cuando se quiere iniciar, como se dice coloquialmente en México, con un descontón”, dijo el expresidente Carlos Salinas de Gortari en referencia a la actitud del gobierno de Donald Trump con respecto a la negociación del Tratado de Libre Comercio con México. Durante la presentación de su libro “Muros, puentes y litorales. Relación entre México, Cuba y Estados Unidos” (Debate, 2017), el exmandatario señaló que el país se encuentra en condiciones particularmente complejas ante “el liderazgo que sigue siendo el más poderoso del mundo”. Comentó que “parece ser que la experiencia de negociación” que posee Estados Unidos “es más sobre bienes raíces que sobre la relación entre países”. “Y sí –remachó– a lo mejor el descontón funciona cuando un empresario tiene el planteamiento de adquirir un predio, pero entre países no funciona”. Durante la presentación, que se llevó a cabo en el salón Rufino Tamayo del Club de Industriales y en el que Salinas no admitió preguntas de los asistentes, el expresidente trajo a colación sus palabras sobre las negociaciones en la diplomacia a partir de su experiencia como mediador en la sombra entre los presidentes Fidel Castro de Cuba y Bill Clinton de Estados Unidos, para resolver en 1994 la llamada “Crisis de los Balseros”. Recordó que en medio del flujo migratorio de cubanos por mar hacia la Florida se alcanzaron acuerdos entre Estados Unidos y Cuba sólo a partir de la confianza en la palabra. El 6 de septiembre de 1994, Castro aceptó la propuesta de Clinton de concentrarse en la negociación migratoria sin extender la negociación al bloqueo económico que Washington impone a la isla, asunto que, prometió, lo abordarían después. “No se necesitó más que una expresión verbal. Fidel me dijo aceptamos lo que propone, confiamos en su palabra”, rememoró. Salinas de Gortari reconoció, sin embargo, que Clinton no pudo cumplir concretamente lo que prometió. Sí otorgó el techo mínimo de 20 mil visas al año para los cubanos, pero Washington nunca abordó el tema del bloqueo. Argumentó que hubo dos circunstancias que lo impidieron: 1) Clinton perdió en las elecciones de 1994 el control del Congreso y 2) en 1996 el entonces jefe de la Casa Blanca dejó pasar la propuesta de ley del republicano Helms Burton después de que aviones Mig cubanos derribaron dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate. Esos dos hechos “limitaron más el margen de maniobra” de Clinton para cumplir su promesa a Fidel Castro, cuyo testigo de honor y garante había sido el propio Salinas. Durante la presentación, el periodista José Fernández Meléndez y el embajador Andrés Rozental, ambos presentadores del libro, fustigaron las violaciones a los derechos humanos y la ausencia de democracia en Cuba, ante lo cual el expresidente señaló que “lo único que no debemos permitir es que valores fundamentales, como la lucha por la justicia, la democracia, los derechos humanos y la libertad, sean usados como pretextos contemporáneos para seguir aplicando las mismas prácticas de intervención que caracterizaron a los países durante la Guerra Fría”. Y consideró que estos reclamos sobre abusos a los derechos humanos deben tratarse en organismos multilaterales “y evitar así que algunos países se erijan como jueces de los demás”. Ante unas 200 personas –entre las que estaba su excolaborador, como Francisco Suárez Dávila, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, y amigos como Jesús Reyes Heroles y Claudio X. González– Salinas de Gortari justificó la aparición de su libro justo en estos momentos de franco ambiente electoral en México. “¿Por qué ahora el libro? Porque estamos al final de una etapa por la muerte de Fidel Castro, el auspicioso inicio del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos y por el futuro incierto con Trump para tender puentes entre litorales comunes”, justificó.

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