Ucrania: Eurovisión, fiesta en un país en guerra

lunes, 8 de mayo de 2017 · 14:38
KIEV (apro).- Sesenta y dos años después de que se emitiera por primera vez el festival musical de Eurovisión, creado para unir al viejo continente tras la Segunda Guerra Mundial, Ucrania, país golpeado por un conflicto bélico, alojará en su capital este certamen del 9 al 13 de mayo próximos. Será la primera vez, con la contada excepción de Israel en 1979 y 1999, que el certamen se desarrollará en una zona con una guerra en curso, que también ha revivido el fantasma de la Guerra Fría y cambiado los equilibrios mundiales. La guerra en Ucrania ha provocado 9 mil 900 muertos y más de un millón y medio de desplazados desde que inició en 2014, tal es el saldo de los choques armados entre el ejército leal al gobierno de Kiev, las fuerzas de Rusia y los separatistas rebeldes que se han instalado en el este del país. Golpeada por este conflicto difícil de resolver, pero anhelante de ingresar en la Unión Europea (UE) y de cumplir con las reformas exigidas desde fuera, Ucrania ha vivido estos tres años obstinándose en transmitir la idea de que es un país que quiere reconstruirse y pacificarse. Y Eurovisión es parte de este ajedrez, como lo explica a Apro Viktoriia Sidorenko, encargada ucraniana de las relaciones públicas del festival. “En estos años, Ucrania ha sido un país de malas noticias. Pero estamos cambiando y queremos demostrarlo. Eurovisión es nuestra oportunidad”, dice. “No queremos rendirnos a la guerra. Queremos paz”, coincide Timur Miroshnychenko, uno de los presentadores del certamen. “De esto también se trata este festival”, añade. No obstante, como un enfermo convaleciente que tiene recaídas, a Ucrania no le han faltado obstáculos, incluso en la organización de Eurovisión. En abril se supo que Rusia aún no había solucionado su participación en el certamen, ni pensaba hacerlo. Con anterioridad, Kiev había prohibido la entrada en Ucrania de la representante seleccionada por Moscú, la cantante parapléjica Yulia Samoylova, debido a que realizó un concierto en Crimea, la península que pertenecía a Ucrania y Rusia se anexionó en 2014. Las autoridades de Kiev sugirieron la retransmisión de la canción de Samoylova vía satélite o Skype, o elegir a otra artista rusa en lugar de Samoylova. Pero Moscú rehusó ambas alternativas. Luego Rusia decidió no emitir el certamen en sus canales de televisión, lo cual fue recibido en Ucrania con cierta indiferencia, rebajando el calado del asunto. “Es una pena, pero estoy de acuerdo con el gobierno (ucraniano)”, dijo Volodymyr Ostapchuk, otro de los presentadores del festival (el tercero es Oleksandr Skichko). Por su parte, Samoylova, interrogada sobre el tema, no quiso a hacer comentarios. Esta polémica se añadía a otra en tierras ucranianas: la controversia suscitada por la renuncia de 21 altos responsables del equipo organizador ucraniano, que tuvo lugar a mitades de febrero en circunstancias oscuras. No todos los rusos no tendrán acceso al certamen. Cerca de 15% de las más de 30 mil personas que, a finales de abril, habían adquirido las entradas para los tres días del festival eran nacionales de este país, según los datos entregados por el personal a cargo del certamen. Eso sí, la televisión no transmitirá en ruso, a pesar de que éste es hablado por la mayoría de la población ucraniana. “El certamen se retransmitirá únicamente en ucraniano, el único idioma oficial en este país”, subrayó Kyrylo Voronin, el director de los eventos de Eurovisión 2017. Las polémicas no detuvieron el frenesí por la preparación del festival, ni disminuyeron su importante presupuesto. Según datos oficiales de las autoridades ucranianas, Kiev ha invertido 655.7 millones de grivnas (aproximadamente 22 millones de euros) en la organización del evento. La mayor parte de estos recursos los ha pagado el gobierno central y, en menor medida, el ayuntamiento de Kiev. Se trata de una suma de dinero que, además de financiar el lavado de cara de las calles de la capital ucraniana, también ha cubierto los gastos relativos a la remodelación del Centro Internacional de Exposiciones y del centro Parkovyy, éste último ubicado en la calle Parkova, donde ha sido instalado el Euro Club. Ahí se llevará a cabo las fiestas y a él podrán acudir los fans. Desde allí los 42 cantantes —uno de los favoritos es el italiano Francesco Gabbani, con su Occidentali’s Karma— competirán a golpe de canciones para obtener el título de ganador. La banda de rock O.Torvald —considerada la sucesora de Jamala, ganadora del festival del año pasado— representará a Ucrania. Uno de los objetivos de los organizadores es reproducir el éxito de 2016, cuando 204 millones de personas miraron el festival por televisión. El evento, han anunciado, será de proporciones mayúsculas a nivel audiovisual. Involucrará el trabajo de 220 personas durante la transmisión en directo, así como miles de voluntarios y centenares de colaboradores externos que estarán bajo la coordinación del director técnico del evento de este año, Ola Melzig, y del productor Christer Bjorkman. En total, se usarán 180 kilómetros de cables y luces que consumirán el equivalente a 845 mil vatios. Además, la ciudad de Kiev también ha organizado toda una serie de eventos paralelos y ha dispuesto que el nivel de alerta durante los actos se mantenga al más alto nivel, explicó el vicealcalde de Kiev, Oleksii Reznikov.

Comentarios