"El asesino entre nosotros"

lunes, 8 de mayo de 2017 · 19:03
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Es un tema de actualidad el asesinato a periodistas comprometidos que se atreven a sacar a la luz crímenes, corrupción y complicidades entre las autoridades y el crimen organizado. Los números aumentan día con día y no hay visos de clarificar los acontecimientos. Impera escandalosamente la impunidad. El asesino entre nosotros, de Mauricio Jiménez, tiene como hilo conductor la investigación que realiza una periodista a raíz del asesinato de una mujer la cual se convierte en la hebra de una gran madeja de feminicidios. Entre más se acerca a la verdad, más peligro corre, y si bien inició describiendo el cadáver de la mujer asesinada, terminará haciéndolo con su propio cuerpo. La obra, que se estrenó en el 2006 (que dirigió el mismo Jiménez), retoma casos planteadas en el libro de Sergio González Rodríguez Los huesos en el desierto, escrito en el 2002. Ahora lo presenta La Teatrería, dirijido por Carlos Corona, con alumnos de Casa Azul, que la presentaron en el Festival de Teatro Universitario como trabajo de titulación. De manera alarmante, la problemática está vigente. Las muertas de Juárez, aunque se ha tratado de silenciarlas, aumentan en cifras, lo mismo que en el Estado de México y en otras ciudades, puntales de feminicidas. Y lo más grave que muestra esta obra y que la periodista descubre, es la complicidad entre homicidas, policías, autoridades locales, ciudadanos poderosos y el gobierno de la República al más alto nivel. En El asesino entre nosotros conocemos a las mujeres que se convertirán en víctimas. Nos acercamos a su vida cotidiana, a sus afectos y deseos, a sus familiares y amigos, para que después esa vida sea cortada de tajo y el espectador se quede conmocionado. Son reiterativos los sucesos, porque sabemos de entrada que cada mujer que entra a escena, finalmente morirá, y esa sensación trágica nos acompaña durante toda la obra transformando las cifras en personas que hemos visto vibrar. La puesta en escena dirigida por Carlos Corona y Alan Uribe, propone diferentes recursos escénicos que dinamizan el recorrido. Los cubos que sirven de pedestal, de silla o de trinchera, así como las linternas que alumbran caras o fragmentos de cuerpo, cerillos, bolsas de plástico, mochilas y utensilios para visualizar distintos espacios, crean atmósferas y nos trasladan de un lugar a otro. Las coreografías construyen los tránsitos entre escenas y las pausas dramáticas se marcan con anuncios radiofónicos que intentan, sin tino, dar un toque de humor, y estadísticas impresionantes de canciones que fomentan la violencia hacia las mujeres. En un espacio pequeño en demasía, más de quince actores se transforman y dan vida a diferentes personajes. Las actuaciones entregadas y con fuerza son de actores que inician su carrera profesional. Entre ellos se encuentran Melissa Villarreal, Sebastián Lavaniegos, Melisa Olivares, Lucía Carrillo y Luis Arturo Rodríguez, entre otros. Son problemáticos los personajes que requieren de más edad y son interpretados por jóvenes y los victimarios, que tienden a caer en el lugar común. El asesino entre nosotros es una obra que denuncia una realidad escalofriante e invita al espectador a tomar conciencia. El teatro es algo más que un artículo periodístico; es una muestra viva que a través de la ficción, puede conmover y crear arte. Esta reseña se publicó en la edición 2114 de la revista Proceso del 7 de mayo de 2017.

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