'Alien Covenant”: La misma historia con diferente Alien

viernes, 19 de mayo de 2017 · 09:25
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Uno de los principales problemas de la cinta Alien: Covenant (Lion, EU-2016), dirigida por Ridley Scott, es que genera la sensación de que la historia es algo que ya vimos: los personajes pueden ser distintos, los aliens pueden tener variaciones, los efectos especiales son más espectaculares --al igual que las locaciones-- que los anteriores; sin embargo, al final, es “pan con lo mismo”. La cinta cuenta la historia de un grupo de colonizadores a bordo de la nave espacial Covenant, que se dirige a un nuevo planeta para formar una civilización. Durante el viaje la nave sufre algunas averías y la tripulación debe ser despertada de emergencia de su sueño espacial (stasis) para tomar el control y reparar los daños. Por cierto, mientras ellos dormían, la nave era cuidada por un robot llamado Walter (Michael Fassbinder), una nueva versión del robot David que conocimos en la cinta anterior (Prometeo). La tripulación despierta pero, en medio la crisis, la cámara de stasis del capitán se incendia con él adentro (muchos otros colonizadores murieron también, y hay decenas que siguen durmiendo); lo que lleva a nombrar capitán al siguiente oficial de más alto rango, que en este caso es Oram (Billy Crudup). Desgraciadamente nos damos cuenta, casi de inmediato, que el susodicho no posee del todo la confianza en sí mismo para ser un líder… Grandes efectos visuales, mucha sangre y muerte, y unos Aliens espectaculares que se desenvuelven en escenarios increíbles. Pero de nuevo: la historia no tiene chiste y sin ella lo demás es un cascarón bonito pero vacío. Los personajes de la tripulación son todos parejas; como van a colonizar, van todos con su respectivo objeto de amor y deseo. Pero dicha situación no sirve para nada en la trama, los conflictos y relaciones de los personajes no se desarrollan para nada. Al final, no tiene sentido que sean o no pareja. El contraste entre los dos robots no es dramáticamente interesante ni ayuda a que la trama avance. Parece de relleno como las supuestas relaciones entre los personajes. Quien podría ser más interesante es el androide David, pero su rol como narcisista malévolo se desarrolla de manera forzada: su discurso es muy básico, y por lo mismo poco interesante para una cinta que llega con la fuerte carga filosófica de su predecesora, cuyo tema es la creación, la vida y muerte. Al final todo es un pretexto para que los Aliens hagan lo que siempre han hecho a lo largo de toda la saga.

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