CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Por cuarto día consecutivo, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) decidió mantener la Fase 1 de Contingencia Ambiental por Ozono y, con ello, esta capital rompe el récord de la restricción vehicular más larga en los últimos 17 años. Este viernes no deberán circular los vehículos particulares con holograma de verificación 2 y 1 con terminación de placa par ni con engomado azul con holograma 1, terminación de placa 9 y 0. En su reporte de las 15:00 horas, la Came informó que “el sistema de alta presión que afecta a la Zona Metropolitana del Valle de México continúa generando estabilidad atmosférica, viento débil y transporte de humedad limitado, además de intensa radiación solar, lo que propicia estancamiento de los precursores de ozono”. Y según el pronóstico de la calidad del aire, las condiciones atmosféricas para este viernes 19 serán desfavorables. De acuerdo con el Sistema de Monitoreo Atmosférico, los índices de contaminación por ozono marcaron 153 puntos en la estación Pedregal, en la delegación Álvaro Obregón, y 151 en la estación Gustavo A. Madero de la demarcación del mismo nombre. Ayer el puntaje máximo se registró en la estación Ajusco con 174 unidades, seguido Coyoacán con 162, Tlalpan 161, Álvaro Obregón 154 y en Iztacalco 151 puntos. El pasado lunes 15, la Came registró un valor de 151 puntos en el Índice de Calidad del Aire en la estación Ajusco Medio, delegación Tlalpan, por lo cual decidió aplicar la Fase 1 de Contingencia, que inicia cuando se alcanzan los 150 puntos. La Came recomendó a la población que durante la permanencia de elevados índices de ozono, presentes entre las 13:00 horas y las 19:00 horas se reduzca el tiempo de exposición en exteriores a niños, adultos mayores, embarazadas y personas con problemas respiratorios y cardiovasculares. Además de las restricciones vehiculares, la Fase 1 implica restricciones a las industrias y servicios que en sus procesos utilicen o emitan precursores de ozono como óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COV); deberán reducir sus emisiones entre 30% y 40%. De la misma forma deben suspender de limpieza o desengrase que no cuenten con control de emisiones y utilicen productos que contienen compuestos orgánicos volátiles y reducir la operación de calderas 30% en servicios –excepto hospitales–, que no cuenten con sistemas de control de emisiones.