Venezuela no puede producir lo suficiente 'para alimentar a su propio pueblo”: The Wall Street Journal

martes, 30 de mayo de 2017 · 14:02
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la basura, una mujer de apellido Planchart busca trozos de maíz o pan sin gusanos para alimentar a sus hijos, porque el gobierno de Venezuela es incapaz de producir lo suficiente para alimentar a su población, sometida a la denominada “Dieta Maduro”. Así lo destacó el diario The Wall Street Journal en un reportaje títulado: “Venezuela está muriendo de hambre”, fechado en Yare (70 kilómetros al sur de Caracas), a principios de este mes. De acuerdo con el rotativo, con una economía afectada por la nacionalización de las granjas privadas y control de los precios y la moneda, el país sudamericano –en otro tiempo el país más rico de América Latina– no puede ahora producir lo suficiente “para alimentar a su propio pueblo”. Y para mostrar la crisis alimentaria venezolana, tomó como ejemplo el caso de Jean Pierre Planchart, un bebé de un año de edad, que pesa menos de cinco kilos y es alimentado por su madre con restos que rebusca entre la basura. De igual manera, destacó que Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, llegando a 720% este año, lo que hace casi imposible que las familias puedan pagar todas sus cuentas. Desde 2013, la economía de la nación sudamericana se ha contraído 2%, según el banco local de inversión Torino Capital, mientras que las importaciones de alimentos han caído 7%, según el reportaje firmado por Juan Forero. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, un estudio anual citado en el reportaje, tres de cada cuatro venezolanos dijeron haber perdido en promedio unos ocho kilos el año pasado. Los venezolanos, “en una mezcla de rabia y humor, llaman a esto la “Dieta de Maduro”. “Aquí, para el gobierno, no hay niños desnutridos”, dijo Livia Machado, una doctora y experta en malnutrición infantil, citada por el diario neoyorquino. “La realidad es que esta es una epidemia, y todo el mundo debería prestar atención a esto”, añadió. También citado en el reportaje, el estudio más reciente de la organización católica Cáritas sobre 800 niños menores de cinco años en Yare y otras tres comunidades mostró que en febrero pasado casi 11% sufría de desnutrición aguda grave, potencialmente fatal, en comparación con 8.7% registrado en octubre. Cáritas señaló que casi una quinta parte de los niños menores de cinco años en esas cuatro comunidades sufrían de desnutrición crónica, lo que impide el crecimiento y podría marcar una generación. Esa organización y un equipo dirigido por Susana Raffalli, especialista en emergencias alimentarias que ha trabajado en Guatemala, África y otras regiones atormentadas por el hambre, monitorean las condiciones. “Lo grave es que no estamos en el umbral de la crisis, sino más bien la velocidad de cómo llegamos allí”, dijo Raffalli. Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, las conclusiones de Cáritas constituyen una crisis que requiere que el gobierno organice una ayuda extraordinaria. Pero las autoridades han resistido las ofertas de alimentos y ayuda del extranjero. La encuesta sobre condiciones de vida destacó que nueve de cada diez hogares no ganan dinero suficiente para comprar toda su comida. Casi un tercio de los venezolanos (9.6 millones) comen dos o menos comidas al día frente a 12.1% en 2015. Cuatro de cada cinco personas son pobres en la actualidad.

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