CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hay episodios en los que la vida se pone tan dura que sólo queda esperar la muerte. Esperando morir es una obra escrita por Sharon Kleinberg y dirigida por Mario Mandujano, la cual cuenta, desde la intimidad, la historia de Ana y Marco, quienes solían ser una pareja, hasta que la entrada en coma de su hija los separa. Sin embargo, mes con mes se reúnen para hablar sobre ella. En esta ocasión, la adolescente cumple la mayoría de edad y lleva ya cinco años en ese estado. Las esperanzas se diluyen cada vez más. La compañía Motín Teatro es la encargada del montaje del texto de Kleinberg, quien además de dramaturga es guionista mexicana. Los actores Anilú Pardo y Emilio Guerrero ayudan al espectador a entrar en la atmósfera de encierro, desesperación que roza incluso en la locura. La escenografía consta de algunos elementos realistas que forman la sala de la casa de la madre. La música, sin embargo, se utiliza como un recurso exagerado. Tanto por su constancia como por su volumen, es agobiante. El tema es muy duro, y desde ese espacio personal y la situación extrema, la pareja saca a colación reclamos y enojos del pasado. Los diálogos son pesados y repetitivos, lo cual funciona acorde al contexto. Los personajes están atrapados en un limbo del que no encuentran salida. Dice la página web del teatro La Capilla: “En estos tiempos en que en el teatro se hace cada vez más uso de la parafernalia y el show, Esperando morir es un respiro para el espectador, donde la calidad interpretativa invita, sin pretensiones, a la reflexión desde el lado humano.” Se trata de una obra sencilla y sin pretensiones, que no busca más que conectarnos con una situación compleja, quizá más común de lo que imaginamos. La puesta cuestiona el concepto de vida y lo aborda desde dos ángulos: la vida como mero transcurrir o como su disfrute y aprovechamiento. Es decir, la cantidad contra la calidad. Esperando morir se presenta en el Teatro La Capilla (Madrid 13, Del Carmen, Coyoacán), jueves a las 20 horas. Hasta el 29 de junio.