Premios a quienes custodiaron a Peña como candidato

Tres militares, miembros del Estado Mayor Presidencial y que tuvieron a su cargo la seguridad de Enrique Peña Nieto y de su esposa cuando el priista era candidato a la Presidencia, recibieron ascensos y cargos estratégicos en el gobierno una vez que el mexiquense llegó al poder. Los tres tienen a su cargo ahora las áreas de seguridad de Pemex –entidad azotada por los huachicoleros–, la CFE –que ha sufrido algunos atentados– y el IMSS, una tarea para la cual no recibieron preparación. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Los militares que apostaron a la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto hoy son hombres poderosos. Elevados de grado dentro del Ejército en cuanto ganó el candidato del PRI, pasaron a ocupar cargos civiles en instituciones estratégicas y desde ahí controlan recursos millonarios. Responsables en su momento de la seguridad de Peña Nieto y de su esposa, Angélica Rivera, participan ahora en los procesos de licitación y en las decisiones de seguridad en Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Los tres jefes militares que estuvieron en el Estado Mayor Presidencial (EMP) encabezan ahora a un grupo de miembros del Ejército que deciden sobre los negocios en torno a esas áreas que tienen que ver con la seguridad nacional. El grupo encargado de la integridad física de Peña Nieto estuvo encabezado por el entonces coronel de Infantería y ahora general Eduardo León Trauwitz, quien hoy es subdirector de Salvaguarda Estratégica de Pemex, responsable entre otras tareas de combatir el robo de gasolina en la red de ductos de la empresa. Segundo al mando era el entonces teniente coronel Juan Martín Cano Aguado, subcoordinador de Ayudantías en el equipo de Peña Nieto. Ahora coronel, es el coordinador técnico de Seguridad y Resguardo de Inmuebles del IMSS, y está embarcado en una millonaria licitación transexenal hasta el año 2020. El responsable directo de la seguridad de Peña como candidato era el capitán primero de Caballería Gustavo Cuevas Gutiérrez. Ahora es el subdirector de Seguridad Física de la CFE. Los tres ocuparon, con militares y allegados, las principales posiciones de esas dependencias, sin importar si tenían experiencia en el cuidado y seguridad de las instalaciones estratégicas a su cargo. “Limpieza” en Pemex El enfrentamiento entre efectivos de la Policía Militar y presuntos integrantes de la delincuencia organizada dedicados al robo de combustible en Palmarito, Puebla, a principios de mayo, puso los reflectores en León Trauwitz (Proceso 2115). Con carrera más de vigilancia en el EMP que de operaciones militares, el general tiene un ingreso que supera los 2 millones pesos al año, entre sueldos, compensaciones y prestaciones, como bonos para el consumo de gas, gasolina y lubricantes, de acuerdo con la página de transparencia de Pemex. Su llegada a la entonces gerencia de Seguridad Física de Pemex estuvo marcada por el descontento de los empleados de la ahora llamada empresa productiva del Estado. El general hizo una limpia y despidió a personal con experiencia de hasta 20 años en la seguridad de las instalaciones de Pemex. Ese personal operativo con información de primera mano sobre la seguridad física de Petróleos Mexicanos ha sido reemplazado por militares que se quedaron con los principales cargos de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica. A enero de 2015 por lo menos se habían registrado 55 renuncias del personal tras la llegada del general, de acuerdo con documentación interna conocida por Proceso. Eso, sin contar los despidos. Y en medio de esos cambios ocurrió la explosión en las oficinas centrales de Pemex en la Ciudad de México, en enero de 2013, que dejó en evidencia al nuevo personal. Quienes rodean a Trauwitz en Pemex son en su mayoría militares. Al menos una treintena de efectivos del Ejército llegó con licencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, autorizada por su titular, el general secretario Salvador Cienfuegos Zepeda. Van desde sargentos auxiliares hasta tenientes coroneles, la mayoría del Arma de Infantería, a la que pertenece Trauwitz. A diciembre de 2015 sólo uno era auxiliar administrativo. En total, 25 de ellos buscaron ampliar un año más su licencia de la Secretaría de la Defensa (Sedena) para seguir en Pemex. Sin contar, tampoco a los llamados “aviadores”. Quienes ocupan los cargos superiores han estado exentos de la prueba de control de confianza, tanto para su ingreso como para su permanencia, a pesar de las observaciones del Órgano Interno de Control de Confianza (OIC) de Pemex. Uno de ellos fue el coronel Roberto Aguilar Rubí, quien hasta 2015 fue gerente de Gestión Técnica. Su salida ocurrió después de una auditoría que le hizo el OIC. La Subdirección de Salvaguarda Estratégica, que depende del director corporativo de Administración y Servicios de Pemex, Carlos Alberto Treviño Medina, dispuso, entre 2013 y 2015, de 2 mil 521 millones de pesos para proteger las instalaciones estratégicas de Pemex; se destinaron principalmente a la compra de aeronaves, una de las cuales es para uso de la Presidencia de la República (Proceso 2115). Testimonios obtenidos por este medio indican que parte de esos recursos destinados a combatir el robo de hidrocarburos se han utilizado para negocios personales de jefes militares que llegaron con Trauwitz, como la realización de vuelos privados para los mandos de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica. Aseguran que el general también dispone en las instalaciones de Pemex de un entrenador personal, así como de personal de la empresa para su servicio en casa. Sus subordinados en el cuidado de Peña Nieto y su familia han sido igualmente beneficiados al colocarse también en áreas clave. El segundo de Trauwitz en esas tareas fue el coronel de Infantería Juan Martín Cano Aguado. Ascendido en 2013, estuvo entre 2010 y 2012 a cargo de la seguridad de Peña Nieto, adscrito a la Procuraduría General de Justicia del Edomex, durante la gestión de Alfredo Castillo, actual titular de la Conade y excomisionado de Peña Nieto en Michoacán. Entre 2012 y 2015 Cano fue coordinador de Seguridad y Logística de Angélica Rivera. Aunque su carrera militar se ha concentrado en la protección de funcionarios en el EMP, a partir de febrero de 2015 fue designado coordinador técnico de Seguridad y Resguardo de Inmuebles del IMSS. La CFE y Cuevas Desde su llegada a la subdirección de la Gerencia Física de Seguridad de la CFE, el 26 de marzo de 2013, el capitán Gustavo Cuevas Gutiérrez enfrentó problemas de seguridad. La madrugada del 27 de octubre de 2013, subestaciones de Michoacán fueron atacadas. Jesús Reyna, entonces gobernador de la entidad, informó que hubo “intentos de sabotaje a las subestaciones de la CFE en nueve municipios” y aunque sólo se presentaron daños materiales, por lo menos una decena de ciudades sufrieron apagones. Con el levantamiento del EZLN en 1994, la Presidencia creó el Departamento de Seguridad Física de la CFE y Pemex, a fin de proteger las instalaciones más importantes del país. Diversos generales estuvieron al mando: Espiridión Mora Pérez, Sergio Adolfo Pérez Ramírez y Rodolfo Reta Trigo. Así, termoeléctricas, hidroeléctricas, subestaciones, líneas de transmisión, áreas de distribución y demás instalaciones quedaron bajo el mando de militares. A partir de 2009, cuando el entonces presidente, Felipe Calderón, decretó la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la zona que comprende Puebla, el Valle de México y Morelos quedó bajo la vigilancia de exmilitares agrupados en el Cusaem. Pero entre abril y mayo de 2016, Cuevas Gutiérrez empezó a desplazar al personal del Cusaem, ubicado no sólo en la zona centro sino en diversas áreas del país, sustituyéndolos por compañías privadas. Así, hombres que no cuentan con la experiencia necesaria para tener bajo su resguardo áreas “que requieren de vigilancia armada”, como la CFE, empezaron a cuidar instalaciones estratégicas del país, relató el 15 de mayo de 2016 el comandante de la Región XIX del Cusaem, el capitán Benjamín Salvador Jiménez, al entonces director de la CFE y hoy presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza. La región centro del país fue la primera donde el subdirector de la Gerencia de Seguridad Física de la CFE empezó utilizar empresas de vigilancia privada. Al ser desplazado el Cusaem por Cuevas Gutiérrez, el comandante Salvador Jiménez envió correos a su comisionado estatal en los que se deslindaba de cualquier responsabilidad o de hechos irregulares que ocurrieran en las instalaciones de la CFE de Hidalgo, Morelos, Puebla, la Ciudad de México o el Estado de México. Un par de días antes de las explosiones en las subestaciones de Michoacán, Cuevas estaba más ocupado en sustituir personal que no era de su agrado que en estar atento a uno de los estados en donde las autodefensas habían empezado a salir a la luz pública. Por ejemplo, el 25 de octubre de 2013, según consta en el oficio SSF-553713, Cuevas pidió que la región XIX del Cusaem fuera sustituida por la región XXV, a cargo de Mauricio Romano Torres, pero no lo logró. Así el 16 de junio de 2015 el titular de seguridad de la CFE empezó a licitar los servicios de algunas instalaciones, por ejemplo las que están en el aeropuerto de Toluca. El 6 de mayo de 2016 licitó otras zonas del Valle de México y la zona conurbada de la Ciudad de México. Las ganadoras fueron Protección Canina Internacional, Servicios Especializados de Investigación y Custodia, Sistemas y Servicios de Seguridad Privada Inteligente y Consorcios y Servicios México. Otro ejemplo fue la licitación de la zona noroeste, donde según el fallo del 18 de febrero de 2016 los encargados de la seguridad fueron Excelencia en Seguridad Privada Fasa y Servicios Múltiples de Sinaloa. De acuerdo con el comunicado del comandante Salvador Jiménez, la sustitución del Cusaem por empresas privadas es más cara para el erario federal, debido a que ellos, por depender de un gobierno (del Estado de México), no pueden sumar el IVA a sus facturas. “Así entonces, contrataron más caro, inseguro y además pagarán IVA, lo cual en época recesiva es incongruente”, se indica en el documento. Las nuevas empresas de vigilancia cobran a la CFE 30% más, declara a Proceso Alejandro Yagüe Nieto, abogado de los miembros de la Región XIX del Cusaem, quienes desde abril de 2016 pelearon por que 800 elementos, en su mayoría exmilitares, no fueran despedidos de la zona centro de la CFE. Y se les pagarán 45 millones de pesos que el capitán Cuevas les adeudaba. A la fecha, dice el licenciado, aún adeudan 20 millones. En diversos oficios enviados al gobernador Eruviel Ávila, así como en las cartas que enviaron al entonces director de la CFE, Ochoa Reza, señalan que las licitaciones de vigilancia para sustituirlos por empresas privadas han estado amañadas por Cuevas Gutiérrez. Este reportaje se publicó en la edición 2117 de la revista Proceso del 28 de mayo de 2017.

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