Se apaga una voz de la tolerancia, la de Juan Goytisolo    

domingo, 4 de junio de 2017 · 18:24
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Murió hoy en la ciudad de Marrakech, donde residía hacía décadas, Juan Goytisolo, uno de los escritores hispanos más críticos y prolíficos, quien sufrió el exilio a causa del franquismo y fue interlocutor con diversas culturas fuera de Europa en el espíritu de la tolerancia –sobre todo el Islam–, y cercanísimo intelectual con el mundo latinoamericano. Autor de novelas, relatos, reportajes, ensayos, memorias (en cinco tomos), a los 86 años Goytisolo era un referente de las causas humanitarias y permanente testigo de algunos de los más duros hechos contemporáneos, como los conflictos armados en Argelia, Palestina y Chechenia, así como en Sarajevo tras el desmembramiento de Yugoslavia. Nacido en Barcelona en 1931, sus hermanos destacaron también en la ruta literaria española, José Agustín en la poesía y Luis en la narrativa. Luego de su exilio en París (1956-1969) y en varias ciudades de Estados Unidos (1969-1975). Obtuvo los premios más importantes en el ámbito de su lengua, como el Nacional de Letras Españolas en 2008 y el Cervantes en 2014, pero también en México, en 2002, el Octavio Paz de Literatura. Con este autor mantuvo una estrechísima relación, por lo cual el Fondo de Cultura Económica publicó la correspondencia entre ambos. En vísperas de ir a México a recibir la presea, dijo a Proceso sentirse feliz sobre todo por la declaración del jurado “Por la poesía que habita en su novela”. En su casa de Marrakech agregó entonces: “Esto me parece un análisis muy justo, lo digo humildemente, porque lo que yo hago, como gran parte de la obra de Paz, transciende a los géneros literarios". “He tenido siempre una gran amistad con los dos escritores mexicanos más importantes del siglo XX que son Octavio Paz y Carlos Fuentes. A Paz lo empecé a leer tardíamente y fue a partir de su admirable ensayo sobre la poesía de Luis Cernuda que lo descubrí y empecé a leer prácticamente la totalidad de sus libros. Mi trato con él empezó a finales de los sesenta a raíz de su dimisión como embajador en Nueva Delhi, después de la matanza de Tlatelolco. Y luego le he seguido en distintas ciudades, hasta la última vez que le vi en París un año antes su muerte.” La crítica ha situado su producción novelística en un primer arranque –años cincuenta– dentro del realismo social, por ejemplo en “Juegos de manos” y “Duelo en el paraíso”. En el ámbito hispano, la novela emblemática que lo dio a conocer ampliamente fue “Señas de identidad” (1966), publicada también en México, donde se integra al espíritu renovador de la literatura latinoamericana. Pero la cultura árabe lo sedujo y lo preocupó. Una buena cantidad de sus libros los dedicó a ella en diversos ángulos, como “El problema del Sahara” y la novela “Makbarak” (1979), “Crónicas sarracenas” (1981), “En los reinos de Taifa” (1986) –libro autobiográfico–, “Estambul otomano” (1989) y “De la seca a la Meca. Aproximaciones al mundo islámico” (1997), crónicas sobre el Magreb”. En vísperas de ir a México a recibir la presea, dijo a Proceso sentirse feliz sobre todo por la declaración del jurado “Por la poesía que habita en su novela”. Los primeros reportes de agencias internacionales señalan que Goytisolo murió de causas naturales, según anunció un amigo cercano sin dar detalles, si bien en los últimos meses había ingresado en varias ocasiones al hospital. Y la información no era unánime en cuanto al destino de sus restos, si irían al cementerio de la ciudad marroquí o serían enviados a su natal Cataluña.

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