CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Miguel Riquelme, candidato del PRI al gobierno de Coahuila, aseguró que los “mínimos detalles” que se han encontrado en el conteo preliminar de la jornada electoral del pasado 4 de junio “no mueven los resultados” que, dijo, lo favorecen a él como ganador de la contienda. Ayer en la tarde, más de 15 mil coahuilenses marcharon en las calles de Saltillo, la capital, encabezados por el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, la esposa del expresidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, y el candidato panista Guillermo Anaya. Esta mañana, Riquelme trató de justificar que el PREP se cerró con 72% de las actas porque no se pudieron contabilizar aquellas que “tenían inconsistencias”. En conferencia de prensa, se refirió al PAN y a su candidato Anaya –quien asegura ser el ganador–, que “en el cómputo que se detuvo ya no tienen la mayoría y se tienen las actas”. Luego llamó a que todo “vuelva a la calma… deben aceptar el resultado”. Y es que, dijo, el PRI y el PAN tienen las mismas actas y se verá en el cómputo de votos. “Pasando esto tenemos que generar la confianza de que Coahuila está fuerte, unido, Coahuila no detiene su marcha. A partir del 1 de diciembre… tenemos que estar unidos y sumados, porque Coahuila requiere de toda la gente para salir adelante”, agregó Miguel Riquelme. A su vez, Enrique Ochoa, presidente nacional del PRI, demandó “respetar la paz y tranquilidad” con la que se realizaron las elecciones el domingo pasado. Y se ufanó: “Las democracias necesitan de demócratas. Se deben reconocer elecciones donde el voto mayoritario nos favorece, pero también reconocer cuando la mayoría no nos acompaña. A los Anaya les decimos que no sean malos aprendices de (Andrés Manuel) López Obrador. Tienen que aprender y dejar de ser malos perdedores… aunque sea duro reconocer esa realidad pero debe aceptarlo”. El líder priista llamó a defender “la paz, la estabilidad social y la democracia”, así como a proteger “los votos, las instituciones y la vida democrática” del país”.