Los asesinatos de periodistas 'han matado poco a poco la democracia”: reporteros de Morelos

miércoles, 7 de junio de 2017 · 19:59
CUERNAVACA, Mor. (apro).- Periodistas de Morelos exigieron detener las agresiones contra el gremio y castigar a los asesinos de comunicadores, porque con esas muertes, subrayaron, “se ha matado poco a poco a la democracia”. Este mismo miércoles, el gobernador Graco Ramírez se reunió en Casa Morelos con dueños de los medios de comunicación y algunos reporteros, fotógrafos y columnistas, para anunciar que su jefe de asesores, Gustavo Martínez González, “será cesado”. Al filo de las 11 de la mañana, en el marco de la conmemoración por el Día de la Libertad de Expresión, decenas de reporteros de medios locales, corresponsales, caricaturistas, fotógrafos y camarógrafos realizaron una protesta en la Plaza de Armas, a la que se sumaron integrantes de la Asociación Cívica Gustavo Salgado, para exigir que se ponga un freno a la violencia contra periodistas en México. A nombre del gremio, Elsa Castorela leyó un manifiesto para dejar en claro que el derecho a la libertad de expresión ha representado vidas en este país, y hoy enfrenta serios riesgos provenientes del propio Estado y de los grupos del crimen organizado. “El 7 de junio nació como Día de la Libertad de Expresión en nuestro país, justo cuando menos se respetaba este derecho”, sostuvo. “En las últimas décadas, miles de mexicanas y mexicanos, sabedores de que toda democracia está basada en la posibilidad de expresar ideas, de investigar, de preguntar, de saber cómo se toman las decisiones y en qué se invierten los recursos públicos, lucharon a brazo partido, aun a costa de su propia vida, para lograr que este derecho fuera una realidad”. Añadió: “Hoy, en pleno siglo XXI, el derecho a la libre expresión está en riesgo por el propio Estado y los grupos del crimen organizado. En Morelos las cosas no son mejores. Las agresiones desde el propio poder se materializan con amenazas, insultos, hostigamiento e intentos de criminalización de parte de funcionarios cercanísimos al poder”. A nombre de sus compañeros, Castoreña lanzó una serie de exigencias, entre ellas una “ley de protección a los periodistas, que garantice el libre ejercicio de la libertad de expresión”, pero que se construya en diálogo con los propios reporteros. De igual manera, demandó un diálogo público con el gobernador Graco Ramírez, “que concluya en compromisos concretos que garanticen la protección de los periodistas, y que terminen de una vez por todas con las agresiones y hostigamiento que padecemos desde su gobierno”. Además, denunció que la policía está siendo utilizada para hostigar a periodistas en el centro de esta capital, lo que “constituye una nueva forma de violencia contra la libertad de expresión”. También pidió que se haga oficial la destitución del coordinador de asesores, Gustavo Martínez González, “agresor y hostigador de periodistas en Morelos, como una muestra de que su gobierno realmente tiene el compromiso de respetar la libertad de expresión”. Por la mañana, en un desayuno en Casa Morelos, Graco Ramírez anunció que “corregiría” el hecho de que uno de sus funcionarios “hiciera consideraciones personales” contra los periodistas. Antes reporteros, dueños de medios de comunicación y columnistas de diarios locales, soltó: “Tengo un profundo respeto por ustedes, aunque algunos no lo crean. Un gran reconocimiento por lo que han hecho. Me hubiera gustado que algunos, que fueron invitados, hubieran venido. Hubiera sido un gesto de su generosidad en sus convicciones, para poder dialogar cómo lo estamos haciendo”. Agregó: “Yo no tengo nada que celebrar de la libertad de expresión, considero que la libertad de expresión se gana todos los días y se ejercita. Hoy como gobernador tengo la obligación de respetarla y hacerla respetar. Y yo como gobernador hacerla respetar. Y mis compañeros que son servidores públicos, también”. Tras ello, deslizó el anuncio de la destitución de Martínez González: “Recojo la solicitud que me hicieron de quien emitió consideraciones personales (…) lo voy a corregir. Lo he platicado con él, con la amistad que nos une, y del trabajo que hemos hecho juntos. No va a haber coordinador de asesores, no va a seguir aquí. Lo lamento”. Prosiguió: “Les quiero decir que esta (la destitución) no es una victoria para nadie, pero es una lección para todos”. Luego vino el llamado a que los reporteros se incorporen para trabajar en el Mecanismo de Protección a Periodistas: “Si ustedes consideran necesaria una ley, pues trabajemos por una ley. Pero lo que más importa es que tengamos confianza en los mecanismos. Yo celebro que hayan regresado a este mecanismo. Lo peor que pueden hacer es descalificar los mecanismos, que después por falta de ellos quedamos desprotegidos, y es una apuesta de un toma y daca, un tour de forcé para ver quien vence a quien. Aquí no hay vencedores ni vencidos, aquí tenemos que trabajar en un ambiente que nos impida esto”. El gobernador reconoció que en México mueren periodistas por la violencia, y es “espantoso”, dijo, que haya cifras de muertes como si fuera un país en guerra civil. Aprovechó la coyuntura para lanzar sus baterías contra el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador. “México no necesita un salvador de la patria”, dijo, y de la misma manera que lo ha repetido el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa, comparó la situación con lo que ocurre en Venezuela, “con personajes que heredaron el poder y ahora hablan con pajaritos y vacas”, en referencia al presidente venezolano Nicolás Maduro. “No quiero un país de confrontaciones, de divisiones entre honestos y corruptos, entre buenos y malos. Ese es el peor de los Méxicos”, remató.

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