CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El secretario de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, aseguró que en el comercio mundial corre el riesgo de volver a los años 70 y caer en el proteccionismo de los sectores más competitivos de las economías. Al participar en el foro “Política Comercial para la Competencia y la Productividad en México”, organizado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el encargado de la política industrial del país soltó: “Estamos ante nuevos retos en materia de competencia. Hay una tendencia que hay que entender que es la del proteccionismo en el mercado global. Estamos frente al uso desmedido de acciones contra el comercio desleal que podría haber llevado a situaciones muy peligrosas en función de cómo avanzamos de aquí hacía adelante en el equilibrio de las políticas de competencia y comerciales”. Y el segundo tema, añadió, es que “las megaempresas con su presencia global están retando a las autoridades de competencia a esquemas de integración global”. Para Guajardo, México ha construido una política industrial sin que necesariamente se use el esquema arancelario “porque se corre la tentación de equivocarnos y regresar a la política industrial de los 70 que es a través del manejo de la protección que se trata de conservar sectores industriales”. TLCAN nació con defectos A decir del titular de la SE y principal negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el gobierno estadunidense dicho acuerdo nació con dos defectos: la falta de reformas estructurales y un marco jurídico que diera certidumbre a la competencia económica. “Nafta fue un gran logro, pero tuvo un par de debilidades importantes. La primera, es que hace 20 años dejamos una tarea inconclusa, dejamos que el marco comercial permitiera la concentración de mercados y de insumos estratégicos fundamentales. Los errores que cometimos al no incluir reformas estructurales hicieron más difícil que pequeñas y medianas empresas pudieran tener acceso a insumos estratégicos y poder unirse a cadenas de integración global”, señaló ante especialistas, funcionarios y empresarios quienes se dieron cita en el Hotel Four Seasons. En otras, palabras, Ildefonso Guajardo dijo que al final del día México tuvo “que pagar los platos rotos” al ver que en un esquema de cadenas de valor, se están haciendo las reformas 20 años después. Explicó: “Si no tenemos esquemas que nos garanticen mercados competitivos, cuando observamos a México vemos un gran rezago en la integración de Mipymes en los procesos productivos porque dejamos en más de 20 años la energía al monopolio del estado con ineficiencias que encarecieron la electricidad. Tampoco nos metimos a fortalecer los instrumentos de la Ley de Competencia para evitar la concentración en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y otras áreas fundamentales”. Pero las deficiencias en los acuerdos comerciales que mantiene México, en especial con los países vecinos del norte, se extienden a las restricciones en los servicios aéreos, de transporte y de cabotaje marítimo. Aún más, el funcionario reconoció que en cada sector existen cuellos de botella en materia de regulación y del mismo comportamiento de los flujos comerciales. Puso el ejemplo del sector automotriz, que es el máximo exportador del país. En el 2014, aseguró, 650 mil autos “chocolate” entraron al país sin supervisión mecánica y ambiental que verificara su funcionamiento. “Estaban ocasionando realmente un desastre en muchos términos y estaban minando la capacidad de crecimiento en esta industria, la automotriz que ha sido la joya de la corona en las exportaciones, pero dentro de una década se ha mantenido estancada”. De acuerdo con el titular de la SE, primero se tuvo que controlar “algo que rayaba en lo ilegal” que es la importación de autos “chocolate”. Mientras que otro obstáculo era el bajo financiamiento. Acotó que “mientras que Brasil y Argentina estaban financiando a un nivel de 75% a 85%, en México no rebasaba 53%. Los mecanismos del sistema financiero y las garantías especificas no funcionaban para adquirir un auto. Establecimos también compromisos en materia de chatarrización de vehículos pesados”. El secretario de Economía redondeó: “Cuando platicamos con la industria automotriz, platicamos con los de autopartes, distribuidores y uno de sus principales problemas no estaba con el esquema de aranceles, ni de protegerlos de otras naciones”.