CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A simple vista “El Caballito” se ve bien… aunque si se observa la obra más de cerca, ésta exhibe un tono oscuro. Tres años y nueve meses después y luego de una inversión de 7.5 millones de pesos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con diversas instancias, develó esta mañana El Caballito de Carlos IV, escultura y pedestal que se sometieron a diversos trabajos desde el año pasado luego de una “inadecuada intervención” realizada en 2013, la cual dañó cerca de 45% de la superficie pictórica de esa obra. Enseguida del breve acto donde Miguel Ángel Mancera, titular del Gobierno de la Ciudad de México, y María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura federal, retiraron la sábana beige que cubría la escultura en la plaza Manuel Tolsá, se realizó una rueda de prensa en el Museo Nacional de Arte. Ahí, acompañados de Diego Prieto, director del INAH; Liliana Giorguli, titular de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural; Arturo Balandrano, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, y Jannen Contreras, restauradora y coordinadora del proyecto de intervención de El Caballito –estos tres últimos presentes en noviembre pasado cuando se dio a conocer el proyecto de conservación y restauración de la escultura–, expusieron los resultados de la entrega: Las obras incluyeron la restauración integral de la escultura –la estabilización de 45% de pérdida de la superficie pictórica original y la pátina que el tiempo y mantenimiento previo le confirieron a la pieza de Tolsá–, así como en el núcleo del basamento y el pedestal que sostiene la escultura. También se admitió sólo haberse “acercado” al color original de la escultura, a cuyo resultado, anunciado en noviembre pasado, se llegó luego de encontrar un recubrimiento de pintura “verde-marrón de técnica al óleo”, y no de una pátina metálica (formación de corrosión colorida en la superficie metálica por métodos químicos), como se creía. Con 7.5 millones de pesos invertidos –por el gobierno local a través del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México– se realizó un diagnóstico e intervención de restauración que inició en mayo de 2016. Fueron dos etapas: una primera de investigación histórica, análisis de materiales y técnicas en la elaboración del monumento, y estudios técnicos y científicos que determinaron los deterioros. Y una segunda, de noviembre pasado a junio de este año, meses en los se efectuaron acciones directas de restauración. Luego de explicar los trabajos efectuados, el titular del INAH fue cuestionado respecto de la denuncia “por afectación al patrimonio histórico contra quien resulte responsable” que realizó dicho instituto en octubre de 2013 ante la PGR. Lo anterior después del daño causado por el ácido nítrico con el que se “limpió” la pieza en 2013, en una intervención realizada por el despacho Marina. Restauración, mismo que fue contratado por el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México. Prieto comentó: “Yo creo que habría que preguntarle a la PGR, yo no tengo seguimiento, hay una denuncia, y tenemos derecho a la información, así que hay que solicitarla. De manera escueta dijo no estar actualizado y que el INAH sólo se dedicó a los trabajos para restituir la escultura. También se mencionó que durante la segunda etapa de intervención se encontró una “cápsula del tiempo” al interior del pedestal que data de la década de los setenta y que incluía monedas, documentos y planos de la Ciudad de México que se deterioraron por filtraciones de agua, mismos que se estabilizaron y se enriquecieron con nueva documentación y piezas que dan testimonio de esta última intervención. Además, se explicó que con la entrega de “El Caballito”, el gobierno local recibió un manual de mantenimiento con especificaciones a corto, mediano y largo plazo para la estatua ecuestre de Carlos IV. Y se anunció que se trabaja en un proyecto de iluminación para la escultura que aún se encuentra en proceso. Por lo pronto el micrositio www.elcaballito.inah.gob.mx, donde se dio cuenta de datos técnicos respecto del proyecto de conservación y restauración de la pieza, seguirá en funcionamiento y, a través del mismo, se dará cuenta del proyecto de iluminación de la escultura.