'Churchill” del cineasta Teplitzky, un retrato íntimo

viernes, 30 de junio de 2017 · 15:09
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La producción del Reino Unido Churchill, dirigida por el australiano Jonathan Teplitzky y con guion del historiador británico Alex von Tunzelmann, ofrece una nueva perspectiva sobre Winston Churchill, uno de los políticos más importantes en la historia universal. El largometraje de ficción, que se estrena en las pantallas mexicanas por Gussi Cinema, explora la psicología de esta figura de la Segunda Guerra Mundial en seis agotadores días de su vida como Primer Ministro de Gran Bretaña, al tomar una decisión muy importante a 48 horas de la batalla conocida como el “Día D”, para liberar a Europa de Adolfo Hitler. Su posición lo enfrentó directamente con sus generales y los países aliados. Pero el director Teplitzky --quien ganó un premio BAFTA en 1993 por su trabajo en el documental de la BBC A vampire’s life sobre la escritora Anne Rice-- se arriesga aún más, al profundizar en esos días en la vida íntima de Churchill, ya que muestra la compleja relación amorosa de este líder con su esposa Clementine. Incluso, la película examina cómo Churchill lucha para seguir adelante o frenar la invasión a Normandía, el conocido “D-Day”. En la película se advierten los miedos de este personaje histórico, la culpa que carga por sus errores en la Primera Guerra Mundial, su depresión por volver a enviar a miles de jóvenes a la batalla, su sentir al ver que ha envejecido y la presión política que enfrentaba, entre otros aspectos. El reconocido actor Brian Cox es quien da vida a Churchill, con seguridad y firmeza, también frescura. La célebre Miranda Richardson interpreta a la esposa sin exagerar, ni para destacar. Mantuvo su rol en una balanza. Cabe destacar que la historia ha caracterizado a Clementine como una esposa estoica que sacrificó mucho para respaldar a su hombre. Teplitzky, quien ha dirigido los filmes Better than sex (2000), Gettin' square (2003), Burning man (2011) y The railway man (2013), relata en un boletín de Gussi que “hacer una película sobre Churchill parecía una idea intrigante, pero el hecho fue que, por la naturaleza del proyecto, se convirtió en algo más personal, más contenido, un retrato mucho más íntimo, en lugar de tratar de mostrar la gran relevancia que tuvo para la historia”. El realizador estaba muy interesado en conocer el razonamiento detrás de la decisión de Churchill en el desembarco de Normandía. Él había sido el organizador del desastre de Gallipoli durante la Primera Guerra Mundial, lo cual llevó a la muerte a muchos soldados británicos, australianos y neozelandeses. “Lo que mucha gente no sabe es que Churchill trato de detener el ‘D-Day’, porque pensaba que iba a ser igual de catastrófico que Gallipoli. A través de estas conexiones, intentamos explorar qué lo impulsó, en el fondo qué le preocupaba, su lucha interna, cómo lo resolvió para salir adelante en este conflicto de la Segunda Guerra Mundial”, resalta el director. Brian Cox, como Churchill Por mucho tiempo el actor Brian Cox había estado intrigado por Winston Churchill, mucho antes de surgir la posibilidad de interpretarlo, según él. Hace algunos años estuvo involucrado en un proyecto que tenía la idea de mostrar la relación de Roosevelt y Churchill durante la guerra, sin embargo, ya no continuó con el proyecto. “De alguna forma Churchill ha estado entrando y saliendo de mi vida” comentó. Cuando escuchó sobre el proyecto, le dio curiosidad, comenzó a leer varios libros y así llegó al guión de Alex von Tunzelmann: “Francamente no podía creerlo, el guión era perfecto. Alex es un increíble historiador y realizó un guión genial. Pensé: ‘Esto es algo grande’, de esos guiones que no llegan muy seguido, son esa clase de personajes que te permite explorar los claroscuros. El guión muestra un Churchill que nunca hemos visto, del que no sabemos, así como todo el trasfondo del D-Day. Era muy emocionante de repente estar involucrado en un proyecto así. “Pensé: ‘¡Claro que acepto!, está es la historia en la que siempre he querido participar’”, comentó. Para preparar el personaje, Cox se fue a las raíces de su profesión, al teatro y a la forma en que se abordan los personajes: “No soy de esas personas que se aprenden sus líneas la noche anterior. Yo trabajo como en el teatro. Normalmente cuando termino una película, debo tomar un descanso antes de comenzar a aprender algo nuevo, y lo estudio por más o menos cuatro semanas. De otra forma no es justo para el personaje, no lo puedes interpretar igual. “Yo trabajo de una forma un tanto visceral, mi investigación se basa en el guión. Lo maravilloso del guión es que te mueve, no te deja quieto. Tiene sus brillos, sus momentos”, subrayó. Churchill fue rodada en locaciones de Escocia durante 25 días. Teplitzky ya había trabajado ahí, así que ya tenía algunas locaciones en mente lo cual agilizó su trabajo de preproducción.

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