Unión PAN-PRD es una 'promiscuidad política”: AMLO

domingo, 2 de julio de 2017 · 16:30
MÉRIDA, Yuc. (proceso.com.mx).- En su gira por los estados de la Península para firmar el Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, calificó como “promiscuidad política” la unión del PAN y el PRD. “No tiene razón de ser, en sus orígenes son partidos distintos, pero es tanta la ambición de los líderes que no les importan sus programas, sus ideologías; les importan el poder por el poder, luchan por el hueso, no por los cambios”, acusó. Dijo que el PRD se olvidó de sus ideales, y se alió a Enrique Peña Nieto en su “Pacto contra México”. Destacó que Morena es el partido que más ha crecido en el país y sostuvo que en las elecciones del 1 de julio de 2018, “acabará por fin la pesadilla”. “Es un fenómeno, porque en dos años está colocado en el primer lugar, yo he venido explicando que el PRI se fundó en 1929, tiene 88 años; el PAN se fundó en 1939, tiene 78 años; Morena dos años y ya está en primer lugar, o sea, sí es bastante el avance que tiene Morena”, presumió. En su opinión, fracasaron los candidatos independientes, “porque se demostró que son independientes del pueblo, pero no de la mafia del poder”. También aclaró que pese a lo que se dice, él no conoció a Hugo Chávez, ni conoce a Nicolás Maduro, ni ha estado nunca en Venezuela. En el mitin, que tuvo lugar en la Plaza de la Paz, López Obrador insistió en que de ganar la presidencia revisará las “mal llamadas” reformar estructurales de Peña Nieto. Ayer en Ciudad del Carmen, Campeche, López Obrador hizo lo propio en acalorado evento, en el que la secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky y la senadora Layda Sansores exhibieron sus conflictos en pleno escenario. En el mitin, que tuvo lugar esta tarde en la plaza 7 de Agosto bajo un calcinante sol en el que la concurrencia lo esperó dos horas, el tabasqueño se comprometió, en caso de que el próximo año llegue a la presidencia de la República, a revertir la reformar petrolera y rescatar la industria. Anunció que, de ser así, se comenzará a procesar en el país el petróleo, y en ese sentido, aseguró, desde su primer día de gobierno mandará a instalar la primera refinería, la cual estaría aquí en el municipio, el más castigado económicamente por los despidos derivados de la reforma petrolera. También, dijo, planea impulsar un tren rápido desde Palenque, Chiapas hasta Cancún, Quintana Roo. Lamentó que el sureste del país, donde se concentra la mayor riqueza en recursos naturales esté sumido en la pobreza debido a la corrupción de la clase gobernante, desde el presidente de la República hasta el funcionario de menor categoría. Y en ese tenor comentó que cómo podría el presidente Enrique Peña Nieto pedirle a “Alito”, en alusión al gobernador Alejandro Moreno, que no robe. “¿Qué creen que le contestaría ‘Alito’, que también es un ladrón, si el presidente le pidiera eso? Creo que le contestaría ‘Cómo me pides que no robe si tú también lo haces’”. Aseguró que con el acuerdo que se firmó se busca acabar con la corrupción, a fin de que todo el dinero que se ahorre de esa manera se invierta en el progreso. Previo a su intervención, el dirigente estatal de Morena, Manuel Zavala Salazar, leyó el contenido del Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, que firmaron representantes de diferentes agrupaciones civiles y gremiales. En pleno templete, Polevnsky y Sansores discutían airadamente por algún motivo. Quienes las rodeaban, apenas disimulaban la incomodidad. Al parecer debido al pleito que traían los visitantes con los anfitriones, fueron suprimidas las intervenciones de los oradores, a quienes el maestro de ceremonias ya había presentado. De hecho, para que Zavala leyera el documento que se firmó, prácticamente tuvo que arrebatar el micrófono. Casi lo mismo hizo Sansores, para agradecer que se hubiera elegido a Carmen para la firma del acuerdo en Campeche porque “es el rostro más descarnado de la tragedia nacional” por la reforma petrolera impulsada por “un presidente traidor, que por diez denarios se vendió y vendió a la patria”. Cuando tocó el turno a López Obrador, en el momento que hablaba sobre erradicar la corrupción, un grupo de asistentes le gritó que ahí, detrás de él tenía un corrupto, en referencia al Ramón Ochoa Peña, quien fue secretario de Pesca en la pasada administración estatal y recientemente renunció al PRI para afiliarse a Morena, para ir por ese partido en pos de la alcaldía carmelita. La inclusión de Ochoa en Morena no gustó a algunos sectores de ese partido, pero sobre todo disgustó a los priistas en el poder. De hecho, reporteros de medios afines al gobernador Alejandro Moreno Cárdenas acudieron al aeropuerto para cuestionar a López Obrador a su llegada al Carmen, concretamente sobre Ochoa Peña. Cuando López Obrador respondió que no lo conocía personalmente, los reporteros le insistieron: “¿No lo conoce y le va a levantar hoy la mano?” López Obrador respondió que en Morena están abiertas las puertas para todos los ciudadanos. Sostuvo que aun aquellos que han participado en acciones contrarias a los intereses de la mayoría, se pueden reivindicar.

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