Cofece detecta anomalías en operaciones en el AICM

lunes, 3 de julio de 2017 · 21:45
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió recomendaciones que buscan poner en cintura las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Mediante un comunicado, el organismo antimonopolios dio cuenta que el AICM opera con falta de normas consistentes o claras en la operación aeroportuaria, la ausencia de la aplicación efectiva de la normatividad vigente en relación con el mecanismo de asignación y supervisión de los horarios de despegue y aterrizaje e infraestructura relacionada. No sólo eso, también carece de un procedimiento claro para que nuevas aerolíneas o las ya establecidas obtengan más horarios de aterrizaje o despegue. La situación es grave, pues de acuerdo con el pleno de la Cofece, los servicios de aterrizaje, despegue, uso y control de plataformas del aeropuerto que utilizan los transportistas aéreos para operar en este aeródromo son un insumo esencial. Mientras, las reglas para su acceso generan afectaciones sistemáticas en la programación diaria de despegues y aterrizajes –como cancelaciones y retrasos en los vuelos–, además de una alta concentración de mercado en pocas aerolíneas, precios elevados y restricciones para la expansión de la oferta. Por si fuera poco, el organismo presidido por Alejandra Palacios señaló que dos terceras partes de los pasajeros en vuelos nacionales y un tercio de los internacionales tienen como origen o destino este aeropuerto mexicano. Omisiones e ineficiencias De acuerdo con la Cofece, las autoridades del AICM mantienen ineficiencias en la operación como el hecho de que más de 30% de los vuelos diarios encuentran horario de despegue o aterrizaje hasta el último momento. “Las aerolíneas que basan su oferta en horarios asignados de esta forma están en desventaja competitiva pues no tienen la posibilidad de comercializarlos con anticipación (previo inicio de la temporada) al desconocer si tendrán un itinerario en específico que ofrecer y, por lo tanto, corren el riesgo de captar una ocupación insuficiente”, precisó el organismo antimonopolios. A decir de la resolución de la autoridad, en la práctica estos transportistas optan por comercializar los vuelos sin un horario previamente asignado, sin tener la certeza de que podrán operarlos o sabiendo que lo harán con retrasos respecto al horario comercializado. El asunto no termina ahí, pues el hecho de que estos vuelos operen sin la existencia de un horario asignado se traduce en un desfase de las operaciones programadas, provocando demoras que se van acumulando a lo largo del día e incertidumbre al resto de los transportistas aéreos en la aplicación de los horarios asignados conforme a lo planificado. Vuelos sin planeación Según el expediente dado a conocer este lunes, a pesar de tener un horario de aterrizaje y despegue asignado y de contar con un margen de tolerancia de más/menos 15 minutos, las aerolíneas operan vuelos con grandes variaciones de tiempo respecto de la hora asignada. Tan sólo en 2014, las aerolíneas Aeroméxico, Interjet, Volaris, VivaAerobus y Aeromar operaron aproximadamente 40% de sus horarios asignados previo al inicio de la temporada con una diferencia de superior a 15 minutos. De hecho, el AICM no proporciona con regularidad las fechas para la asignación de los horarios de prioridad previo el inicio de la temporada, ni para las devoluciones o cambios, información que es necesaria para una planificación adecuada de los transportistas, quienes expresan dificultades para planear sus operaciones. Por su parte, en condiciones de saturación, las autoridades aeroportuarias tienen la facultad de retirar horarios de aterrizaje y despegue por una serie de causas imputables a las aerolíneas, entre las cuales se incluye el no operar el horario en una proporción igual o mayor a 85% o hacerlo con retrasos más de 15% de las veces (criterio 85/15). Sin embargo, nunca han retirado algún horario bajo este criterio. “Los transportistas plantearon la incertidumbre existente en materia de calificación de uso de los horarios para su siguiente asignación. Por ejemplo, no tienen claridad bajo qué criterios se realiza el cómputo de demoras imputables a las aerolíneas o a otras circunstancias”, precisó el organismo antimonopolios. Total, que lo anterior ha generado excesiva concentración de mercado con un impacto negativo en los precios pagados por los consumidores en los servicios de transportación aérea. De hecho, en 2014 dos agentes económicos realizaron 67.5% del total de vuelos en el AICM. En cambio, en las rutas nacionales donde el número de aerolíneas participantes pasaron de dos a tres compañías, las tarifas promedio por kilómetro volado disminuyeron alrededor de 30% durante ese año. Medidas correctivas Las medidas correctivas que la Cofece impuso al AICM van desde la transparencia hasta a la asignación de horarios. De hecho, la autoridad antimonopolios dejó claro que el Administrador Aeroportuario deberá publicar en la página de Internet del Aeropuerto el acceso a la información y transparencia sobre la asignación, uso y monitoreo de los horarios de despegue y aterrizaje. También tendrá la obligación de realizar la asignación de horarios de aterrizaje y despegue de temporada mediante series de horarios. Asimismo, atenderá las solicitudes de los transportistas aéreos de horarios adicionales o diferentes a los que ya tienen, dando prioridad a los vuelos en el siguiente orden: Regulares de pasajeros; de transporte aéreo no regular bajo la modalidad de fletamento para pasajeros regulares de carga; y de transporte aéreo no regular bajo la modalidad de fletamento de carga. Por otra parte, señaló que las cancelaciones se computarán como una no utilización conforme al Criterio 85/15, con excepción de las cancelaciones que se realicen por causas no imputables al transportista aéreo. En tanto, aclaró que “no serán imputables a los transportistas aéreos aquellas demoras, cancelaciones y operaciones no realizadas cuando demuestren que fue por circunstancias o motivos imprevistos e inevitables ajenos a su control, o si la interrupción de los servicios fue motivada por acciones encaminadas a afectar dichos servicios, como huelgas”.

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