CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El arqueólogo Leonardo López Luján, responsable del proyecto de excavación en el Templo Mayor en el Centro Histórico de esta ciudad, reportó el hallazgo de piezas de oro --“las más finas de la cultura azteca jamás encontradas”-- en una ofrenda con restos de un lobo que representaba a Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra. Según la agencia Reuters el hallazgo tuvo lugar cerca de la Plaza de la Constitución, detrás de la Catedral Metropolitana, próximo a la escalinata del Templo Mayor, del centro ceremonial de los mexicas. López Luján destacó en declaraciones a ese medio que es poco común tanto por la calidad como por la cantidad de piezas, 22 en total, completas, entre las cuales menciona una argolla nasal y un pectoral en forma de disco, elaboradas con delgadas láminas de oro. El arqueólogo explicó que luego de 40 años de excavaciones en el Proyecto Templo Mayor, que fue dirigido también por el arqueólogo Eduardo López Moctezuma, se han encontrado 205 ofrendas en total y sólo 16 de ellas tenían piezas de oro: “Estas son, sin lugar a dudas, las piezas más grandes y más refinadas descubiertas hasta ahora”, enfatizó. Respecto a los restos del lobo, el investigador indica que se trató de un animal de ocho meses de edad, estaba revestido con los ornamentos y un cinturón de conchas provenientes del Océano Atlántico. Fue colocado en una bóveda de piedra de más de doce pies cúbicos por sacerdotes, sobre una capa de cuchillos de pedernal. López Luján anticipó la teoría de que al lobo pudo habérsele desprendido el corazón como parte de un sacrificio, tal como se hacía con los guerreros tomados prisioneros, quienes eran sacrificados en las escalinatas de los templos, sin embargo habrá que hacerle estudios en las costillas. Los arqueólogos que participan en la investigación calculan que el entierro tuvo lugar durante el reinado de Ahuitzotl, considerado el tlatoani más poderoso y temido, y quien gobernó entre 1486 y 1502. Expone que el lobo representa al dios Huitzilopochtli, quien era considerado un guía para que los guerreros caídos cruzarán el río del inframundo.