Los 40 años de la Banda Mixe en Bellas Artes

martes, 18 de julio de 2017 · 15:05
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para celebrar sus 40 años de existencia, la Banda Mixe, ahora llamada Banda Filarmónica del CECAM (Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe), se agenció la complicidad de las principales autoridades culturales del país y consiguió así efectuar su concierto de aniversario en nada menos que nuestro máximo recinto cultural, el Palacio de Bellas Artes. Por si esto fuera poco, también consiguieron la complicidad de tres figuras musicales, notables cada uno en lo suyo: el tenor Fernando de la Mora, el pianista --preferentemente de jazz-- Héctor Infanzón, y el flautista Horacio Franco, a quienes se sumó la cantante Susana Harp y una linda chica surgida de la propia Banda Mixe y también ejecutante de flauta, Concepción Hernández. Por supuesto que se trataba de presentar resultados de esos 40 años de trabajo y mostrar el grado de preparación y musicalidad que tienen los actuales sesenta integrantes de la Banda, así como de recalcar que se trata de reconocer y aceptar raíces y, además, sentirse orgullosos de ellas y trabajar en comunidad. Por eso cada una de las catorce piezas interpretadas fue anunciada por un(a) joven de la Banda, utilizando su lengua materna y traduciéndola después al español. Lo anterior desde el punto de vista e intención de los organizadores y sus cómplices culturales y musicales, pero, desafortunadamente, no desde el de la inmensa mayoría del público que no llegó a Bellas Artes a escuchar un concierto sino a disfrutar de un evento social y, naturalmente, su conducta fue en consecuencia. A esto debe agregarse que lo que motivó a una buena cantidad de esa inmensa mayoría no fue precisamente la música ni quienes la harían, sino el “quedar bien” con “el gober” que, desde luego, con la debida antelación anunció (por lo menos a quienes deberían de saberlo y se encargarían de correr la voz) su presencia en el concierto. Así las cosas, lo que menos importaba era el resultado musical; sin embargo, debo decir que este fue adecuado y acorde a lo que un concierto como éstos puede ser. Es decir, los niños y jóvenes de la Banda Mixe son, a su nivel, muy buenos. Conocen y manejan su instrumento y, sobre todo (una lección para todos) lo aman. Esta compenetración entre ejecutante e instrumento no es descriptible pero se “ve”, se siente y escucha. Para estos jóvenes su instrumento no es una herramienta de “chamba”, no es el implemento para “el hueso”, sino el vehículo que los conduce a una concepción más amplia de la vida y de que ésta sea mejor. Aquí, desde luego, imprescindible la mención de los dos directores artísticos de la Banda, los maestros Silvestre Vázquez Cardoso y Leovigildo Martínez Vázquez, así como al director artístico invitado para esta ocasión, César Delgado Martínez. Qué bueno entonces que en la concreción de este concierto, con todos los bemoles que se quiera, hayan colaborado en la forma en que lo hicieron las destacadas figuras ya mencionadas, De la Mora, Infanzón y Franco. Debe agregarse reconocimiento a las gestiones de la señorita Harp.

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