Identidad comunitaria de Oaxaca cobra vida en la exposición fotográfica 'La Fiesta”

miércoles, 19 de julio de 2017 · 17:09
OAXACA, Oax. (apro).- Como parte de una resistencia cultural para visibilizar nuevos modos de comprender el diverso y plural entramado sociocultural de los pueblos originarios, fue inaugurada aquí la exposición fotográfica “La Fiesta”, en la galería El Resplandor. Las imágenes que en esta exposición muestran los fotógrafos Octavio López (zapoteco, de San Andrés Zautla), Eleuterio Xagaat (chinanteco, de Rosario Temextitlán) y Conrado Pérez (mixe, de Tamazulapam del Espíritu Santo), no sólo representan una inmersión a la vida social de los pueblos originarios, sino la resistencia, coexistencia y pertenencia comunitaria que ellos exploran desde su mirada. Con la curaduría del investigador social, editor y poeta Abraham Nahón, (Oaxaca, 1974), la exposición fue inaugurada el sábado 15 en la galería El Resplandor, un espacio independiente y alternativo de difusión de fotografía, fundado por dos artistas mujeres, Judith Romero (fotógrafa y diseñadora editorial) y Mariana Grapain (diseñadora textil). En este sitio, localizado en el Jardín del Pañuelito en el Centro Histórico de Oaxaca, se han llevado diversas presentaciones de la imagen, tratando de abrir un mercado alternativo a la fotografía en la entidad. Nahón, también investigador de arte y fotografía en el Instituto de Investigaciones en Humanidades en la UABJO, sostuvo que “la fiesta, en nuestras sociedades latinoamericanas, puede ser una de las experiencias ‘en ruptura’ contra el tiempo productivo, cotidiano y normalizador, tal como el pensador Bolívar Echeverría lo analizó en su momento. Pero también puede ser ritual, ceremonia, frenesí y estallido que convoca, en una temporalidad singular, la reciprocidad y ayuda mutua”. Y “así acontece en Oaxaca, donde la fiesta comunitaria revela una organización social y una atmósfera distintas a esa guelaguetzificación de la vida artística y cultural que, de manera oficial y mediática, promueve una imagen superficial de una entidad intemporal, idílica y petrificada”. Abraham Nahón resalta que los tres fotógrafos llevan varios años registrando y documentando visualmente la dimensión cultural de sus comunidades y, dentro de ella, la tradición, la cultura popular y las festividades principales que le dan sustento y son nutriente para la cohesión social. “Las carreras de burros, el guajolote como símbolo festivo para la fiesta del caldo en la región zapoteca de los Valles Centrales, las mujeres danzando en rituales celebratorios, los músicos que se desplazan en la región mixe o la subversión de jerarquías entre enmascarados, escenificaciones y funámbulos que se equilibran en una cuerda en la región de la Chinantla Alta, son sólo algunas de las imágenes que poseen una significación social y una potencialidad reveladora”. Luego subrayó que las imágenes de sus propias comunidades, generadas por estos tres fotógrafos, “nos enriquecen, ya que logran una fotografía que se suma a una visualidad latinoamericana y universal, al desplegar en ellas sus subjetividades, sensibilidades e imaginarios estéticos. El uso de las tecnologías fotográficas, la tenacidad y la conciencia que han asumido estos fotógrafos como constructores de una memoria visual, nos permiten valorar y entender que su trabajo forma parte de una resistencia cultural”. El fotógrafo Octavio López precisó que en la exposición se exhiben cinco fotos de cada uno de ellos con “la temática de la fiesta para dar la visión de un pueblo contemporáneo y alejarse de las estéticas que se imponen desde fuera. La visión que tenemos es muy interior porque somos parte de la comunidad”. También aclaró que “en Oaxaca no todo es cómico, mágico y musical, también hay problemas y conciencia del mundo contemporáneo, acceso a internet, redes sociales, entonces lo que se busca es romper con todo lo que se dice sobre que los pueblos deben ser místicos cuando tienen los mismos problemas que se padecen en una ciudad”. Mientras que Conrado Pérez, que empezó hace cinco años a registrar a su comunidad, sostuvo que busca capturar sus movimientos, los contrastes, colores, contraluz y la fiesta comunitaria. En tanto que Eleuterio Xagaat dijo que más allá de folclorismo, simplemente en el plano estético buscan mostrar a las comunidades desde adentro, sin estereotipos, para dar a conocer las diversas caras de las fiestas que persisten en la entidad.

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