Morena debe cuidarse de figuras oportunistas e indeseables como Korrodi: investigador

jueves, 20 de julio de 2017 · 11:12
CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- Con los comicios presidenciales en puerta, Morena no debe ser un “partido atrapa todo” y aceptar figuras “indeseables y oportunistas” como Lino Korrodi, afirmó el académico e investigador de la UNAM, Héctor Alejandro Quintanar. Luego de la presentación de su libro “Las raíces del Movimiento de Regeneración Nacional. Antecedentes, consolidación partidaria y definición ideológica de Morena”, afirmó que Morena tiene “pavor” de convertirse en otro PRD y tiene la obligación de ser un partido impugnador y democrático a su interior para evitar personajes” indeseables”. En entrevista con Apro el Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la UNAM, consideró que en este momento Morena, con Andrés Manuel López Obrador como candidato, es el rival a vencer en las próximas elecciones presidenciales del 2018. Ante ese panorama y con los comicios cerca, recalcó que es una obligación para Morena ser un partido impugnador y democrático y que, si bien para ser competitivo electoralmente deber ser un “partido atrapa todo”, es cuestionable la aceptación de “figuras oportunistas como Lino Korrodi. “Morena no puede sólo exigir democracia a los demás partícipes de la vida política mexicana, también debe exigirse democracia así mismo. Esto significa que hay que fortalecer los mecanismos internos para evitar que abunden personajes indeseables. Si estas figuras se convierten en partícipes fuertes en la vida del partido sería un grandísimo error. Si solamente son simpatizantes, está bien, nadie puede quitarles esa decisión, pero desde luego que Morena no tiene por qué hacerlos candidatos, ni colocarlos en posicionamientos decisivos. Sería muy grave.”, dijo. AMLO contra todos los partidos El investigador cuyo texto es el resultado de su tesis de Maestría, también se cuestionó hasta qué punto una alianza vale la pena para ganar una elección. Adelantó que es muy factible que se geste un escenario similar al de 2006, es decir, con una evidente polarización: “Por un lado tendremos a un López Obrador como una figura opositora y por el otro una especie de eje que va a tratar de hacer prevalecer el status quo. Ese es el pronóstico del año que viene: Andrés Manuel contra el resto de los partidos”, dijo. Alianza sí Respecto al llamado de López Obrador a posibles alianzas entre las izquierdas, dijo que históricamente han sido necesarias por lo que las próximas elecciones presidenciales no pueden ser la excepción. Sin embargo, añadió que para que resulten ganadoras, tendrán que tener como candidato a López Obrador porque es la única figura realmente competitiva para 2018. “Las candidaturas del actual jefe capitalino Miguel Ángel Mancera, del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, o del mandatario de Michoacán, Silvano Aureoles, son ensoñaciones que no tiene posibilidad alguna de triunfo, aunque se alineen con el PAN o con quien sean. La única candidatura competitiva de oposición es la de López Obrador. Ese también es el motivo por el que él tendría que poner condiciones para cualquier alianza, no el PRD y de manera chantajista”, aseguró. Además, añadió que en caso contrario el PRD sí aceptaría alianzas con el PAN –como lo ha dejado ver la propuesta de un frente amplio opositor al PRI, de su presidenta de partido, Alejandra Barrales—, por lo que justificó: “Morena de ninguna manera se suscribiría a esta decisión, no sólo porque se encuentra en las antípodas ideológicas, sino porque surge, precisamente, con el fraude del 2006 que tiene como beneficiario al PAN. Al partido del sol azteca eso ya se le olvidó, pero al Morena no”. Durante su presentación en el Centro Cultural Artesanal PPS, también refirió que, dado que Morena es “fruto de la historia de movimientos sociales” desde las elecciones de 1988 a la fecha y de que es meramente un “semillero ciudadano”, el partido no puede entenderse sin la ideología de Andrés Manuel. Por eso a la pregunta de qué pasaría cuando López Obrador se retire de la política, reflexionó: “ese es el grandísimo dilema que tiene el partido, porque los liderazgos fuertes así son. “Es lo mismo que pasó con el PRD: cuando la figura de Cuauhtémoc Cárdenas iba decreciendo, curiosamente, la que tomó la estafeta fue la de AMLO. Sin embargo en Morena pareciera que los liderazgos diferentes a los de López Obrador apenas son regionales. Liderazgos como el de AMLO difícilmente se va a repetir y eso es el problema que enfrenta el partido por tener un papel fundante tan fuerte en la biografía del tabasqueño”. A Morena lo que le queda es fortalecer su escuela de cuadros, que sus ejercicios de socialización política se profundicen, para que así la vida partidista no dependa de las decisiones y proyectos de un líder, sino que sean un referente común para toda la militancia, estimó. Al final del encuentro, y tras lamentar la falta de oposición de Morena frente a los resultados de las elecciones del Estado de México del pasado 4 de julio, coincidió en que el partido también podría repetir la historia del PRD: que deje su discurso ideológico para alinearse con PAN o PRI. Por lo pronto, dijo, Morena aún mantiene signos de identidad muy fuertes. “Es la evidencia de que este país no está muy bien y de que puede mejorar”.

Comentarios