OAXACA, Oax. (apro).- El gobernador Alejandro Murat Hinojosa fue increpado en plena fiesta de la Guelaguetza porque ordenó “cortar” la participación de la delegación de las Chinas Oaxaqueñas de “doña Genoveva Medina” en el primer Lunes del Cerro. Si bien los maestros de la Sección 22 amenazaron con boicotear la fiesta, en realidad el boicot vino del propio equipo del gobernador, quien tuvo que “pagar los platos rotos” de la ineptitud de sus secretarios de Turismo y Culturas y Artes de Oaxaca, Juan Carlos Rivera Castellanos y Ana Vásquez Colmenares, respectivamente. El boicot oficial inició en la etapa de selección de las delegaciones, dado que se “politizó” la participación de Juchitán de Zaragoza y Pinotepa Nacional. En respuesta, las autoridades de ambos municipios ejercieron presiones políticas, desde la movilización a la capital hasta protestas frente a Palacio de Gobierno y la amenaza del boicot. Ante ello, las secretarías de Turismo y Cultura se doblegaron e incluyeron a Juchitán y Pinotepa Nacional, pero dejaron fuera a la delegación de San Pedro y San Pablo Ayutla, que se encontraba en pleno conflicto con sus vecinos de Tamazulapam del Espíritu Santo, y con ello truncaron 50 años de su participación en la fiesta de los Lunes del Cerro. Pero la mayor torpeza ocurrió la tarde del lunes 17: después de que fracasó el boicot magisterial, vino la bofetada a la delegación de las Chinas Oaxaqueñas que cumplían 60 años de presentarse año con año en la fiesta de los Lunes del Cerro, y en pleno escenario les cancelaron su participación. El hecho provocó que varios integrantes de esa delegación rodearan al gobernador para reclamarle airadamente por qué había ordenado cortar su participación en la Guelaguetza vespertina. Murat Hinojosa lo negó rotundamente. La actual responsable de la delegación de las Chinas Oaxaqueñas, Zaira Genoveva Altamirano Márquez, nieta de la fundadora, Genoveva Medina, calificó como una “falta de respeto” que cortaran su participación, y lo atribuyó a la “descoordinación e ineptitud” de las dos secretarías que tienen a su cargo la realización de los Lunes del Cerro. “Sí, estamos sacados de onda, se nos hace una falta de respeto. Estamos enojados porque se cortó la música, cuando hay un ensayo previo a Guelaguetza, y se cumplió con los requisitos que pide el Comité de Autenticidad”. Y si no fue el gobernador ni los secretarios, dijo, entonces la responsabilidad recaería en Víctor Labastida y Fernando Rosales. “No sé si tengan algún problema con nosotros, pero no hemos sido muy queridos por Fernando y Víctor”, apuntó. También mencionó que mientras las secretarías se quedan con todos los ingresos de la venta de boletos y la comercialización de la Guelaguetza, los integrantes de las delegaciones corren con sus propios gastos, compran su vestimenta y aportan los obsequios que se ofrecen al público. Zaira Altamirano Márquez hizo hincapié en que muchas delegaciones son apoyadas por sus autoridades municipales, sin embargo, en el caso de las Chinas Oaxaqueñas hay un gasto emocional y económico porque no tienen ningún apoyo oficial. Lo único que hace el gobierno, subrayó, es darles de comer y cenar el día de la fiesta y luego se desentiende de todo, pero no conforme con eso, ahora les dieron una bofetada. “Este año subí con mi hermana con falda negra porque estamos de luto, pero la fiesta sigue y solo esperamos una disculpa pública y saber quién dio la orden”. Añadió: “La molestia es que apenas subimos al escenario y cortan el jarabe para meter un conteo y cambian la música. Por eso nos bajamos y dijimos ¡vámonos! Mi argumento es la falta de respeto a la delegación cuando tiene 60 años de participar y ser parte del grupo fundador de la Guelaguetza”.