CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), producto de una iniciativa ciudadana y que arrancó sus actividades apenas este 19 de julio, está siendo “bloqueado por las viejas prácticas del régimen político”, denunció el movimiento ciudadano Nosotrxs. Luego de que organizaciones sociales, diputados y organismo autónomos, como el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), denunciaran las irregularidades con las que inició el sistema en las 32 entidades nacionales, Nosotrxs calificó de “regresiones autoritarias” y “simulaciones” la aprobación de los paquetes legislativos en los estados. “Sólo buscan desandar las normas que se han ganado”, explicó la ONG. Ayer el Imco señaló en su Semáforo Anticorrupción que, al cierre del plazo constitucional para la creación y reforma del paquete de 11 leyes para su homologación con el SNA, dos estados –Chihuahua y Veracruz– ni siquiera tienen propuestas para diseñar sus sistemas locales; ocho de ellos –incluida la Ciudad de México– lo hicieron de manera “regular”, y sólo 21 entidades lo hicieron de manera “satisfactoria”. Por ejemplo, en la capital del país el conjunto normativo se aprobó sin discusión ciudadana, así como en una sesión de 10 horas justo un día antes de que venciera el plazo legal. La organización Nosotrxs también criticó que las nuevas salas del Tribunal Federal Administrativo y la designación del fiscal anticorrupción están en peligro de ser “capturadas” por personas “afines” a la Presidencia de la República. Por ello, la organización presente en 10 estados hizo un llamado a la ciudadanía y a los colectivos organizados a exigir que se apliquen las leyes y a vigilar la actuación de las instituciones responsables de velar por éstas. “Sin excusas ni pretextos, ese sistema debe comenzar a funcionar el día de hoy. Llamamos a organizar colectivos ciudadanos para denunciar los actos de corrupción que están hundiendo a México”, manifestó el movimiento. Y después de advertir que el organismo daría un “seguimiento activo” a los sistemas locales, concluyó: “La democracia es nuestra, el Estado es nuestro, las instituciones son nuestras. El SNA no es patrimonio de los intermediarios políticos que quieren atacarlo, aplazarlo, capturarlo, suspenderlo. Llamamos a la revolución de las conciencias para hacer valer nuestros derechos”.