Óscar Chávez se presenta en el Teatro de la Ciudad este fin de semana
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como los finos vinos, a Óscar Chávez se le disfruta mejor conforme el paso del tiempo y este fin de semana el público podrá comprobarlo en dos conciertos en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, el sábado 22 y el domingo 23, cantando éxitos de antaño y nuevas composiciones, además de conmemorar el centenario de la chilena Violeta Parra (1917-1967), a quien su compatriota Pablo Neruda dedicó “Elegía para cantar”:
Cuando naciste fuiste bautizada
como Violeta Parra:
el sacerdote levantó las uvas
sobre tu vida y dijo:
“Parra eres
Y en vino triste te convertirás”.
En vino alegre, en pícara alegría,
en barro popular, en canto llano,
Santa Violeta, tú te convertiste,
en guitarra con hojas que relucen
al brillo de la Luna,
En ciruela salvaje transformada,
en pueblo verdadero,
en paloma del campo, en alcancía…
A su vez, Carlos Illescas ha dicho sobre Óscar Chávez:
“En Óscar Chávez concurren las mejores dotes expresivas para hacer de él un artista completo. Poesía y música establecen los términos de su mundo. Para ellas (y por ellas) vive, y debido al ejercicio incesante de esta virtud todo cuanto toca lo incorpora a la inocencia del ser.
“Escucharlo equivale a emprender un viaje lúcido por las imaginerías de nuestros pueblos americanos, traducidas en cantos viejos y nuevos; reconózcase en esto otras tantas caras de la gracia que este artista sin fronteras invoca con fortuna.”
Óscar Chávez se inició en el canto hacia la década de los 70. Ha sido actor y director de teatro, actuando en las películas de culto Los Caifanes (1968) y Al romper el alba (Break of Dawn, 1987).
Su discografía es incontable y se ha presentado en todos los escenarios importantes de la República Mexicana, donde interpretaciones suyas a “Los 100 años de Macondo”, “Hasta siempre, comandante Che Guevara” y “La mariguana”, así como piezas de inspiración propia como “Por tí” acompañan un emocionante discurso en pro de las luchas sociales latinoamericanas.
En 1980, Chávez publicó su primer libro de poemas titulado Sinfín de llantos (Ediciones Mester de Orso Arreola), que para 1992 (cuando el cantautor sumaba 71 discos LP en su haber) Ediciones Pentagrama sacó junto a Editorial Praxis. He aquí los primeros versos de aquel volumen:
I
Eres una ala
que desnuda la sangre
una mesura que deslíe espumas
una medusa
un tono que rescata
una tibia resaca de sorpresas
un espolón
eterno y delirante
de tierno resollar por las mareas
un sabio ser
del mar y del amor
¡Ay ola solitaria! ¡ala que asola!
II
Cómo te niegas
cómo haces falta al canto
cómo te da la gana no ser nadie
limo callado
herrumbe de tinieblas
tibio sinfín de llantos gregorianos
cuando devienes
cuando pasas tan humo
tan femenina sombra malherida
angustia pura
mujer desmantelada
por la sorda callosidad del tiempo.
III
Uva que mana
espiga que retoza
sahumerio de la rabia incandescente
tonada blanca
deífica inmanencia
cántaro musical ante la brizna
desperezada
de la cantiga en grano
frente a la voz celosa que te induce
a no escuchar
jamás la palidonia
que te zanjas las bruces de los hombres.
Nacido en la capital mexicana el 20 de marzo de 1935, Óscar Chávez se presentó en el Palacio de Bellas Artes en 1973 y 1992. Ha participado en encuentros musicales del mundo entero, destacando el Festival del Bolero de Oro, en La Habana, Cuba.
La cita con el cantautor, quien brindará su canto “Gracias a la vida” de Violeta Parra, acompañado de Héctor Morales, Jorge García y su guitarra, es en Donceles 36, Centro Histórico (Metro Allende), el sábado 22 a las 19 horas, y el domingo 23 a las 18 horas.