La lucha por el agua y una visita inesperada

viernes, 21 de julio de 2017 · 20:14
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Civiles en resistencia que se oponen a la construcción de la planta cervecera estadunidense Constellation Brand, en Mexicali, Baja california, fueron sorprendidos por cerca de 90 patrullas y aproximadamente 300 elementos policiacos que se apostaron la mañana de este viernes a escasos metros de ellos. El desalojo, pensaron, sería inminente. No ocurrió así porque recibieron una contraorden. Luego de algunas horas, los uniformados estatales, municipales y federales se retiraron y dispersaron. Sin embargo, la policía estatal regresó horas más tarde. Al caer la noche se enfrentó con los manifestantes, logró romper el cerco y se llevó detenidos a varios integrantes de Mexicali resiste. El objetivo: liberar el paso para que pudieran ingresar los grandes tanques a las instalaciones de la cervecera. Así, las policía del país se puso a las órdenes del poder empresarial: la Constellation Brands, mientras que a la ciudadanía que está en defensa del agua, la reprimió, todo para que la visita de Enrique Peña Nieto, este lunes, no tenga obstáculos. Una semana antes, el jueves 13, integrantes de la agrupación Mexicali Resiste, surgida a principios de año y que echó abajo la ley promovida por el gobernador panista Kiko Vega, aprobada por el Congreso local para privatizar el servicio de agua, se apostó en el kilómetro 10 de la carretera Mexicali-San Felipe, muy cerca de lugar en que se construye la empresa cervecera. Tanques de dimensiones descomunales, utilizados para la elaboración de la cerveza, salieron del puerto de Ensenada rumbo a Mexicali. Un paso más hacia la construcción de la cervecera y, por consiguiente, hacia la lucha por el derecho al agua. En alerta constante, el grupo de Mexicali Resiste se trasladó a la entrada de la cervecera para hacer guardia día y noche e impedir el ingreso de los tanques al área privada de la empresa. El lunes 17, el tribunal federal otorgó a los ejidatarios del Valle de Mexicali un amparo definitivo que impide la entrega del agua de los agricultores a la cervecera. La medida implicaba que tanto empresarios como el gobierno local volvieran sus ojos al líquido de la ciudad. Mexicali Resiste vio venir la embestida contra la población de la capital bajacaliforniana y la reducción del agua en una localidad donde en tiempo de calor (mayo, junio, julio y agosto) la temperatura oscila entre los 42 y 50 grados centígrados. Hace un par de semanas se difundió un desplegado en diarios locales donde se daba a entender que la comisión estatal del agua entregaría a la cervecera el agua de los mexicalenses. Además, el lunes 10 se detectó que la cervecera empezó a utilizar para su construcción agua de una toma que forma parte del Módulo de Riesgo Número 18, que sería una ilegalidad, pues el uso es “agrícola” y no “industrial”. Todo eso implicaba, uno, que la construcción de la cervecera seguía avanzando, y dos, que ante las movilizaciones de los ejidatarios del Valle de Mexicali se recurría a la succión del agua para uso doméstico de los pobladores de la ciudad de Mexicali. El arribo de seis tanques de más de 20 metros de largo y un peso de 30 toneladas a las inmediaciones de la cervecera en el kilómetro 10 de la carreta Mexicali-San Felipe, el pasado jueves 13, y el fallo del tribunal federal del día 17 --que impide la utilización del agua para uso agrícola--, consolidaba las sospechas de que Constellation Brand, con la anuencia de los gobiernos federal, estatal y municipal, pretende restar el agua a los mexicaleneses. Mexicali Resiste, que en su nombre lleva el “sino”, ha logrado hasta ahora sortear el hostigamiento de funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que han llegado hasta ellos, también de colaboradores del presidente municipal que los rondan de cerca, incluso se mantuvieron estoicos e inamovibles ante la presencia de cerca de 300 elementos de policías estatales y algunos federales. Sin embargo, la lucha no es ni debe ser solo de Mexicali Resiste, sino de todos los mexicalenses, los habitantes de Tijuana y de Ensenada, pues el agua que estos últimos reciben proviene justamente de la cuenca de San Luis Río Colorado. La lucha por el agua es más sutil que la lucha por el petróleo, pero mucho más importante y vital para la población. El gobierno federal intentó privatizar el agua en 2015 bajo la llamada “Ley Korenfeld”. No lo logró. Después intentó hacerlo a nivel local en Baja California, pero Mexicali Resiste, un grupo espontáneo, sin líderes, logró pararlo en seco. Y ahora una cervecera y el contubernio de autoridades intentan de nuevo quedarse con el agua. Si Mexicali ha resistido la embestida, esperemos que este lunes 24, cuando visite el distrito de riego del Valle de Mexicali, Enrique Peña Nieto tenga el coraje para enfrentar a Mexicali Resiste y les explique porqué ha autorizado que una empresa extranjera se quede con el agua que es de los ciudadanos. Si no logra convencerlos, seguro que en el ocaso de su presidencia enfrentará la rebelión de los norteños. Twitter: @jesusaproceso

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