La negritud en Ida Rodríguez Prampolini

miércoles, 2 de agosto de 2017 · 12:39
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Además de haber sido investigadora del arte mexicano del siglo XX, en la UNAM, Ida Rodríguez Prampolini será recordada por su papel en la creación de diversos espacios para la cultura en Veracruz, su estado natal, entre los que se pueden contar más de 10 museos, más de 50 casas de cultura, un par de escuelas de educación artística y 12 archivos públicos. Contribuyó, asimismo, a la investigación y reconocimiento de las culturas afrocaribeñas. En su propio origen se mezcla sangre cubana e italiana, pues su padre fue un médico hijo de cubano y su madre italiana. En el libro Voces de temple, coordinado por Rosa María Valles Ruiz, editado por la Universidad Autónoma de Hidalgo en 2013, se recoge el testimonio de la investigadora y promotora cultural, fallecida el pasado 26 de julio en su casa de Veracruz. En el texto “Ida Rodríguez Prampolini: Semblanza de una mujer revolucionaria y libre pensadora”, incluido en dicho libro, la académica relata a Rosa María González Victoria que sus padres le inculcaron el amor por la negritud, y hasta se declaró más caribeña que mexicana. Desde su niñez se familiarizó con la población afrodescendiente de su estado natal (https://www.uaeh.edu.mx/investigacion/productos/6843/voces_de_temple.pdf) “Vivía a dos cuadras de La Huaca, barrio emblemático del Puerto de Veracruz durante el siglo XX, donde por cierto hay un callejón que lleva el nombre de una de las cantantes de boleros más importantes de México: María Antonieta del Carmen Peregrino Álvarez, mejor conocida como Toña ‘La Negra’, así como una estatua de ella y del ‘El Flaco de Oro’ Agustín Lara.” En él escuchaba no sólo el ritmo marcado por las percusiones de la música de los afromexicanos, jugaba también con los niños del barrio. Todo ello forjó su interés por la cultura caribeña. En 1986 fundó el Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec) y como directora de éste instituyó, junto con la etnóloga Luz María Martínez Montiel, quien contribuyó a la creación del Ivec, el Encuentro Académico y Artístico “Veracruz también es Caribe”, acerca del cual declaró a González Victoria: “…ese amor enorme que yo tengo, no nada más por la negritud sino por todo el Caribe es lo que quise mostrar en este seminario ‘Veracruz también es Caribe’. Desgraciadamente a los nuevos directores que llegaron aquí a dirigir el Ivec no les pareció importante y lo convirtieron realmente en una especie de pachanga carnavalesca y se les olvidó lo que es verdaderamente básico, saber la cultura que nos une, estudiar por qué somos hermanos, saber por qué es tan importante para Veracruz tener como frontera el mar y el Caribe.” Se refería también con ello a que el Festival Afrocaribeño, creado por Martínez Montiel y el también etnólogo José del Val, en el cual se enmarcó la discusión académica sobre la negritud, dio prioridad a los espectáculos. Rodríguez Prampolini testimonió también que la población negra cercana a su casa de la infancia “fue trasladada muy lejos al pie de las vías del Ferrocarril Mexicano, y el barrio de La Huaca entró en el proceso de la fiebre inmobiliaria y la especulación financiera”. Especialista en el muralismo mexicano, al cual consideró como “la gran aportación de México al arte”, y autora de libros sobre los artistas Pedro Friedeberg, Herbert Bayer, Juan O’Gorman, Julio Galán, Luis Nishizawa y Francisco Zúñiga, por citar sólo algunos, la académica veracruzana también dio impulso al arte popular tanto desde el Ivec, inaugurado con una exposición de arte elaborado por indígenas de las etnias veracruzanas, como en el Consejo Veracruzano de Arte Popular, instituido por ella en 1999. Cuando habló de estos proyectos, le dijeron que las únicas artesanías veracruzanas eran las que se vendían en el malecón hechos con conchas: “Les aseguré que adonde hay indígenas existe siempre arte y que yo había visto maravillas cuando era niña. Recurrí a las maestras Ruth Lechuga y Teresa Pomar, las salvadoras de las artesanías de este país. Estas admiradas y queridas investigadoras me proporcionaron todas las pistas para localizar a los artesanos en el estado. Me dieron rutas a seguir en los dispersos poblados indígenas e inclusive nombres de muchos de los mejores artistas, hacedores de verdaderas obras de arte. La muestra con la que abrimos sorprendió al público. En el Instituto pusimos una tienda para la venta y apoyo de la economía familiar de estos artistas, la cual, inmediatamente después que yo me fui, fue cerrada.” Su legado en todos estos campos fue mermando al paso de los años, el propio Ivec fue desfondado económicamente por el anterior gobierno del priista Javier Duarte reportaron a los medios sus nuevas autoridades.

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