Pesar en el INAH por la muerte de Ian Alastair Graham, especialista en la cultura maya
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lamentó el fallecimiento del epigrafista inglés Ian James Alastair Graham, cuyos trabajos consideró “cruciales en el desciframiento de la escritura jeroglífica desarrollada por la antigua civilización maya”.
A través de un comunicado, el INAH expresó su pesar por la muerte del investigador nacido en Suffolk, Inglaterra, en 1923, autor del “Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas” (Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions) ?del Museo Peabody de Arqueología y Etnología, de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, fundado en los años setenta e integrado por 20 volúmenes.
Se explica ahí que Ian Graham no hizo estudios de historia, antropología o arqueología, sino de física en el Trinity College de Oxford, pero dejó un tiempo la carrera para servir en la Armada Real Británica durante la Segunda Guerra Mundial. Su interés por la cultura maya fue en realidad fortuito.
El propio epigrafista narró la historia al asistir a un homenaje que se le rindió durante la VI Mesa Redonda de Palenque, Chiapas, en 2008:
“Relató que viajó desde Inglaterra a Estados Unidos con la intención de vender su Rolls Royce, y ya estando cerca de la frontera con México decidió conocer el país. Al visitar el Museo Nacional de Antropología, le llamó la atención una estela maya en la que aparecía una figura que se encontraba rodeada de símbolos.”
También lo cuenta el fallecido investigador en su libro autobiográfico The Road to Ruins, publicado por la University of New Mexico.
Agrega el INAH que desde entonces recorrió diversos sitios arqueológicos tanto de México como de Guatemala, e hizo un registro minucioso de ellos con fotografías y una “impecable técnica de dibujo”.
En el campo de la epigrafía tuvo la influencia del austriaco Teoberto Maler (1842-1917), y especialmente de la rusa Tatiana Proskouriakoft (1909-1985), con quien además lo unió una profunda amistad, “decisiva para que el epigrafista inglés decidiera dedicar su vida a la decodificación de la escritura maya”.
Es en 1958 cuando comienza ya su desempeño en esta área durante exploraciones en diversos sitios. Como parte del proyecto Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas, hizo el registro en Yaxchilán, Chichén Itzá, Uxmal, Edzná, Xcalumkin, y El Resbalón, y en Guatemala y Belice en Aguateca, Altar de Sacrificios, El Mirador, La Corona, Dos Pilas, Naranjo, nim Li Punit y Ucanal, entre otros. Era el tiempo en que se debatía si en América había existido una auténtica escritura en la época precolombina, como la egipcia, y él propuso que sólo con el registro documental y fotográfico sería posible su entendimiento.
Por sus contribuciones en este campo recibió la Orden del Imperio Británico de manos de la reina Isabel de Inglaterra en 1999, en 2004 fue premiado por la Society of American Archaeologists, y en 2007 condecorado con la Orden del Quetzal de Guatemala. Igualmente recibió la Medalla INAH 2008.