CANDELARIA, Camp. (apro).- Familias desplazadas de Laguna Larga, comunidad del Petén guatemalteco desalojada forzadamente por el Ejército y la policía de ese país centroamericano, reiteraron su exigencia de retorno, reparación y justicia ante visitadores de la CIDH con los que se reunieron ayer en el campamento establecido en la frontera con México.
La reunión se realizó ayer martes en el marco de la visita “in loco” que representantes del organismo internacional efectuaron para atender la situación del grupo de familias de desplazados que hoy cumplen dos meses en esa condición.
Activistas del grupo Indignación, que han acompañado a la comunidad en su destierro, recordaron que el pasado 2 de junio militares y policías guatemaltecos desalojaron la localidad “con particular saña, destruyendo y quemando las viviendas y propiedades de quienes llevaban 17 años viviendo en ese lugar”.
Además, destacaron que, con esa acción, la autoridad guatemalteca violentó los derechos humanos y “dejó en situación de riesgo a más de cien familias, cerca de 450 personas, que se encuentran en condiciones críticas en un campamento que no es adecuado para la vida y que ha ocasionado enfermedades a las decenas de niñas y niños que ahí sobreviven”.
Luego comentaron que la destrucción del poblado recuerda los horrores de la política de “tierra arrasada” y los abusos del Ejército contra los pueblos mayas en los tiempos de la guerra contra la insurgencia en Guatemala.
Y resaltaron que las condiciones de emergencia humanitaria no son atendidas de acuerdo con la gravedad y los requerimientos que la situación amerita.
“Tanto el gobierno de Guatemala como el de México tienen obligación de asistir humanitariamente a las familias desplazadas, establecidas en un campamento que los habitantes instalaron con sus propios recursos en la franja fronteriza entre Guatemala y México, cerca del ejido El Desengaño, en el municipio de Candelaria, Campeche”.
Incluso informaron que los afectados detallaron su situación a la comitiva de la CIDH, ante quienes expusieron también que el gobierno de Guatemala ha incumplido reiteradamente los compromisos, “como recolectar sus cosechas, aparte de que envía representantes de bajo nivel que no responden a la exigencia de retorno, reparación y justicia”.
El relator de la CIDH para Guatemala, Luis Vargas; el secretario Álvaro Botero, Joana Zylbersztajn, así como la representante de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para Guatemala, Liliana Valiña, llegaron en helicóptero al campamento de desplazados cerca de las 10.30 de la mañana y estuvieron dos horas escuchando los testimonios de los habitantes de Laguna Larga, así como de otras comunidades que enfrentan amenazas de desplazamiento, entre ellas El Reloj y La Mestiza.
Previamente recorrieron el poblado destruido de Laguna Larga.
En la reunión también estuvieron presentes representantes de la 72 Hogar Refugio para Personas Migrantes y el Equipo Indignación, organismos civiles defensores de los derechos humanos, quienes semanas atrás, junto a Voces Mesoamericanas y la Resistencia Civil de Candelaria, solicitaron a la CIDH medidas cautelares a favor de la comunidad guatemalteca de Laguna Larga.