'Verónica”, thriller psicológico mexicano (Videos)

miércoles, 16 de agosto de 2017 · 12:54
Todo el filme está sostenido en dos personajes femeninos, si bien en el guion original, escrito por Carlos Algara y Tomás Nepomuceno, trata de dos hombres. Al decidirse la interpretación por Arcelia Ramírez y Olga Segura, la cinta adquirió mayor sentido. Este proyecto independiente será estrenado hoy miércoles 16 de agosto bajo la dirección del mismo Algara –entrevistado con las dos actrices– y Alejandro Martínez Beltrán. Con una sola locación, esta película de género tensa sus cuerdas en la relación madre-hija. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Luego de ver el largometraje Persona, rodado por el eminente cineasta sueco  Ingmar Bergman en 1966, los jóvenes Carlos Algara y Tomás Nepomuceno escribieron un thriller psicológico con dos personajes en una sola locación. Es el que derivó en Verónica, de Alejandro Martínez Beltrán y el mismo Algara, protagonizado por Arcelia Ramírez y Olga Segura. Algara detalla en entrevista que lo que más les importaba era transmitir un buen relato: “Que el público que lo viera quedara intrigado con lo que pasa y lo que está oculto. ¿Qué es lo que le sucede al personaje Verónica?, ¿por qué padece problemas psicológicos?, ¿por qué va con una psicóloga? Todas estas interrogantes se van despejando a lo largo de la trama.” Verónica, se inaugura este miércoles 16 de agosto el XVI Festival Internacional de Cine de Horror, Macabro, en el Teatro de la Ciudad de México "Esperanza Iris" a las 19 horas. Es un proyecto independiente, producido por los mismos directores con su empresa The Visualistas y por la compañía Producciones a Ciegas, que Segura formó en 2009 con su hermano Juan Carlos y el actor Héctor Jiménez. En él una psicóloga (Ramírez), quien ha dejado de ejercer la medicina, decide tomar el caso especial de Verónica (Segura), una joven cuya terapia fue misteriosamente interrumpida tras la desaparición de su anterior psicoanalista. Buscando respuestas sobre el paradero del doctor, la psicóloga le pide a Verónica que se hospede  en su casa, ubicada en el bosque, durante el tiempo que dure el análisis. Ahí, la psicóloga descubrirá que tal vez no esté a salvo viviendo con su paciente. Es el primer estelar de Olga Segura. Participó en González, de Christian Díaz Pardo, y Border run, de la argentina Gabriela Tagliavini, además de coprotagonizar con la modelo y actriz colombiana Carolina Guerra La luciérnaga, de su paisana Ana María Hermida, intervenir en la miniserie de History Channel Texas rising de Roland Joffé, así como en 16 episodios de la telenovela estadunidense Señora Acero. “El texto fílmico antes se llamaba ‘Expiación’. De hecho los personajes eran varones, y se le ocurrió proponer que mejor fueran mujeres. Luego, una historia en donde hay sólo dos protagonistas, con tantos diálogos y una sola locación, definitivamente no fue fácil. Pero Arcelia Ramírez, al ser una de las grandes actrices de este país, me apoyó, estuvo muy, muy apegada a mí desde el principio.” Abordada aparte, Arcelia Ramírez, nominada cuatro veces al Ariel –incluyendo dos en la categoría de Mejor Actriz (1997 y 2000)–, quien ha participado en más de 40 largometrajes (como La mujer de Benjamín de Carlos Carrera, Cilantro y perejil de Rafael Montero, Perfume de violetas de Maryse Sistach y Las razones del corazón de Arturo Ripstein) así como en el teatro y la televisión, dice. “Me pareció un guion bien escrito y que estaban bien establecidas las reglas del género. Además, consideré atrayente explorar el thriller de suspenso psicológico. El personaje, la psicóloga, que me propusieron, es muy rico. Tuve que investigar, asesorarme, cotejar la información del guion, pero al mismo tiempo, ya se enterarán por qué, tampoco debía ser tan al pie de la letra recrear a una doctora. Sí fue un desafío sostener el peso de toda la película nada más en dos actrices.” –¿Qué particularidades contiene el thriller psicológico? –Más bien traté de ir construyendo al personaje a partir de cada escena o de cada acto, digamos, del guion. Estuvimos llevadas de la mano por Algara y Martínez Beltrán, quienes poseen una manera de funcionar muy eficaz, porque uno se dedica más al lenguaje cinematográfico y el otro trabaja con las actrices. Sentimos el apoyo permanente. Todo fue muy minucioso y eso siempre se agradece. Es delicioso. En tanto, Algara conversa que cambiar a los intérpretes varones por mujeres no estuvo complicado: “El guion, la historia, ya estaba muy completa. Ya existía la complejidad de cada uno de los personajes y simplemente les cambiamos el sexo, que fueran mujeres, y algunos de los diálogos para que adquirieran sentido. Incluso la trama, al leerla con ellas, terminó con más sentido. Un sitio aislado Olga Segura rememora que ella y Arcelia Ramírez charlaban con él hasta de situaciones que no se hallaban en el guion: “Como qué le gustaba comer y hacer en la tardes libres a mi personaje, a Verónica, porque entonces sabíamos quién era ella, y hubo un entendimiento común entre todos. Día a día analizábamos quiénes eran estas mujeres y cuándo se encuentran, por qué, cómo se iban a desprender una de la otra, en fin. Fue un análisis muy denso y que disfruté mucho. Pero no eran ensayos como se imaginan, de pararnos y actuar, no, jugamos. Fue más que todo estar bien preparados para cuando llegáramos al set y poder gozar mucho mejor lo que queríamos interpretar; eso es lo que todo actor quiere.” Algara y Martínez Beltrán han trabajado juntos durante más de seis años, produciendo, dirigiendo y escribiendo tanto proyectos propios como por contrato. Estudiaron guion para cine y televisión en Vancouver Film School, y dirección y fotografía para cine en Los Ángeles Film School, respectivamente. Hacia 2010 fundaron The Visualistas, con la que iniciaron trabajando en publicidad, y continuaron elaborando videos musicales y cortometrajes, los cuales han sido vistos en festivales de cine a nivel mundial, como Hear me (2010) y El firulete (2011). Verónica es su ópera prima. Para Algara, la locación es otro personaje importante en Verónica: “El sitio donde ellas iban a convivir era muy trascendental para nosotros, anhelábamos que estuvieran lo suficientemente aisladas para no ubicarlas en un país. Hablan español, pero nunca se menciona en qué ciudad o nación están. Es simplemente una ficción que cuenta problemas internos de las protagonistas. Y mostrar una cabaña en medio del bosque hacía que todo fuera todavía más intrigante y más peligroso… si le pasa algo a una o a la otra, ¿a quién le piden ayuda si no hay nadie alrededor? Eso era significativo.” Ramírez cree que encontraron el lugar perfecto para filmar: “Es un elemento tonal importantísimo. Es un lugar aislado, lo cual, quizá, las instala fuera de la realidad. Además eran unas locaciones muy bellas. Parece Montreal, en Canadá. México cuenta con toda esta diversidad de espacios.” –Aunque no es el tema, se aprecia la violencia de la madre hacia la hija. ¿Qué opina? –Estos abusos suceden más de lo que pensamos. Es una cuestión muy extraña por la naturaleza del ser madre, pero no es el tópico del largometraje. Más bien la cinta trata de un personaje que tuvo una infancia herida, que se ha tenido que defender de eso, que ha echado a andar todos sus mecanismos de defensa, de negación de alguna manera, y también en su necesidad de sobrevivir y de sanarse. –Por cierto, ¿qué reflexiona en torno a la violencia que vive México? Periodistas y activistas asesinados, desaparecidos… –Hay un sentimiento de indignación profunda y miedo. Creo que debemos empezar a exigir y a despertar. Necesitamos que haya justicia. Que se entienda cómo están articulados estos asesinatos, ¿por qué? Y quiénes son los responsables. No hay que permitir un país en donde nos mantienen con la soga al cuello, mudos, ciegos y atarantados. Tenemos que madurar como ciudadanos, como personas para poder estar juntos, organizados, porque individualmente corremos peligro, y pedir justicia. ¡Que se acabe la impunidad en este país!, ¡que se termine la corrupción! , ¡que se renueven los equipos que dirigen este país!, ¡que se limpie la casa! Necesitamos una limpieza profunda. Algara menciona que Martínez Beltrán, tanto como él, se sienten orgullosos del resultado: “Nos ha gustado la reacción de las personas en los festivales de cine. El proyecto enaltece al cine mexicano al ser una narración de un género que es difícil, que en México no se usa mucho. “Ante su estreno, nos encontramos nerviosos. Me siento muy ansioso de ver cuál es el resultado en la taquilla. Esperamos que sea bien recibida.” Segura, la actriz, afirma sin embargo estar tranquila: “Espero que la gente en México nos dé una oportunidad de presentarles una película de género. No nada más concebimos comedias. Existen grandes directores y escritores de películas de género. Para mí, está bastante bien lograda. Es una cinta que creamos con muy poco dinero, pero con mucho corazón. Ninguna institución gubernamental intervino. Ganamos el Roma Lazio en Ventana Sur Film Market de 2015, premio de postproducción, y nos ayudaron mucho fuera del país.” El director de fotografía es Miguel Ángel González Ávila, Daniel Wohl realizó la música original y la edición estuvo a cargo de Eugenio Richer y Luis de la Madrid. Corazón Films distribuye el largometraje de 81 minutos.   Este texto se publicó originalmente en la edición 2118 de la revista Proceso del 4 de junio de 2017.

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