TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- A casi 20 años de la masacre de Acteal, indígenas del grupo civil Las Abejas presentaron este día un micrositio en internet donde denuncian lo que ha pasado en estas “dos décadas de impunidad”, y de cómo el desplazamiento forzado fue una estrategia del gobierno federal en contra de los comunidades en resistencia civil. A 25 años de la creación de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, a dos décadas años de la masacre y a ocho años del inicio de la liberación de paramilitares “responsables del crimen de lesa humanidad”, Las Abejas presentaron este día el micrositio “Desplazamiento forzado y resistencia de Las Abejas, entre la contrainsurgencia y la impunidad”, (http://www.acteal.org/micrositio/) acción que forma parte de la “Campaña Acteal: Raíz, memoria y esperanza”. El micrositio, dijeron, refleja la impunidad con la que desde distintas instancias del gobierno mexicano se protege a los autores de la masacre de Acteal, así como a quienes perpetraron las violaciones a los derechos humanos mediante los desplazamientos forzados de familias de Las Abejas entre los años de 1996-1997, 2013 y 2016. Las Abejas detallaron que el micrositio “es una ventana para el mundo con el fin de que se conozca lo que realmente ha pasado en estos casi 20 años en torno a la matanza de 45 indígenas”, perpetrada por un grupo paramilitar de corte priista, el 22 de diciembre de 1997 en el paraje de Acteal, municipio de Chenalhó, en la región Altos de Chiapas. Para Las Abejas este portal es “la memoria de los pueblos que fisura la oscuridad y el olvido”. “La memoria recarga la dignidad para confrontar a la impunidad de los gobiernos, fortalece las luchas y resistencias que apuntan a la libertad de quienes heredan el fulgor rebelde, mueve también a la construcción de cambios sociales hacia un mundo diferente al sistema de exclusión y muerte”, dijo uno de los voceros de Las Abejas. Los indígenas señalaron que las agresiones vinculadas a la contrainsurgencia iniciaron en 1994 con los 12 días de confrontación directa de las fuerzas armadas en contra del EZLN. Y que continuaron en un segundo periodo, de 1995 a 1999, caracterizado por la creación e implementación de grupos paramilitares en la zona Norte, Selva y Altos de la entidad con el apoyo de los gobiernos federal, estatal y municipal. También recordaron que la población civil sufrió desplazamientos forzados, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, violaciones sexuales, agresiones físicas y hostigamientos, “entre otros crímenes de lesa humanidad”. Y que, en el tercer periodo, de 1999 a la fecha, se caracteriza por una continua guerra integral de desgaste, disfrazada con la retórica de las autoridades federales y estatales de “respeto” a la población, que al mismo tiempo abre paso a la confrontación de las comunidades por medio de programas sociales. Por último, explicaron que la aplicación de estos programas se convirtió en una estrategia contrainsurgente al momento en que los dirigentes sociales son cooptados, volviendo un instrumento a las organizaciones de las que son parte, reduciendo su trabajo a gestores de proyectos de gobierno con intereses partidarios, prebendas políticas y control político territorial.