WASHINGTON (apro) –En respuesta a la nueva prueba con misiles que llevó a cabo el gobierno norcoreano, la Casa Blanca afirmó que Estados Unidos “mantiene todas las opciones sobre la mesa”, en clara alusión a la posibilidad de una represalia bélica. “Acciones amenazantes y desestabilizadoras, solo incrementan el aislamiento del régimen de Corea del Norte en la región y entre todas las naciones del mundo. Todas las opciones están sobre la mesa”, dice el comunicado de prensa que emitió en la mañana de este martes la Casa Blanca. En desafío a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a las sanciones económicas que le impuso las Naciones Unidas, el gobierno norcoreano llevó a cabo una nueva prueba balística. El líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó el lanzamiento de un misil de prueba que cruzó los cielos de la isla japonesa de Hokkaido, lo que se consideró como una flagrante provocación a la comunidad internacional. Antes de salir este martes hacia el estado de Texas para recorrer las zonas devastadas por las lluvias torrenciales que dejó a su paso el huracán Harvey, Trump fue cuestionado por reporteros sobre la nueva prueba con mísil de Corea del Norte, a lo que el mandatario se limitó a contestar que “ya veríamos” que hacer respecto a ello. Los especialistas en materia balística nuclear del Departamento de Defensa de Estados Unidos consideraron al lanzamiento del mísil sobre cielos japoneses, como la prueba más peligrosa que ha ordenado Jong-un, en su afán por colocar a sus país entre las potencias con arsenal nuclear. “El mundo recibió con claridad y directamente este último mensaje de Corea del Norte. Este régimen señaló su menosprecio por sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas, y por los mínimos estándares de un comportamiento internacional aceptable”, enfatizó la Casa Blanca en el breve comunicado.